miércoles, 30 de septiembre de 2015

Oración por nuestra tierra.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.

Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.

Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.
Amén

(Oración del Papa Francisco en la encíclica Laudato Si)

lunes, 28 de septiembre de 2015

El Círculo del 99 - (FINAL)


Conclusión.
Tu, yo y todos nosotros hemos sido educados en esta estúpida ideología:
Siempre nos falta algo para estar completos, y sólo completos se puede gozar de lo que se tiene. Por lo tanto, nos enseñaron, la felicidad deberá esperar a completar lo que falta....
Y como siempre nos falta algo, la idea retoma el comienzo y nunca se puede gozar de la ida.
Pero que pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe, que nuestras 99 monedas son el cien por ciento del tesoro, que no nos falta nada, que nadie se quedó con lo nuestro, que nada tiene de mas redondo cien que noventa y nueve, que todo es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que seamos estúpidos, para que jalemos del carro, cansados, malhumorados, infelices o resignados. Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual...¡eternamente igual!
....Cuantas cosas cambiarían si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal como están.

jueves, 24 de septiembre de 2015

El Círculo del 99 (continuación 2)

Sobre la mesa, como burlándose de él, una montaña resplandeciente le recordaba que había 99 monedas de oro "sólo 99". "99 monedas. Es mucho dinero", pensó. Pero me falta una moneda.
Noventa y nueve no es un número completo pensaba- Cien es un número completo pero noventa y nueve, no.
El rey y su asesor miraban por la venta. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos.
¿Cuanto tiempo tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien?
Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla.
Después quizás no necesitara trabajar mas. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el calculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. "Doce años es mucho tiempo", pensó.
Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello.
Sacó las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero. Era demasiado tiempo!!! Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender.... Vender.... Vender.... Estaba haciendo calor. ¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué mas de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien.
El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99...
...Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.
-¿Qué te pasa?- preguntó el rey de buen modo.
-Nada me pasa, nada me pasa.
-Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
-Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su juglar también?
No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.

Continuara.

sábado, 19 de septiembre de 2015

El Círculo del 99 (continuación 1)


-¿Dices que el se dará cuenta de la infelicidad que le causara entrar en ese ridículo círculo, y

de todos modos entrara en él y no podrá salir?
-Tal cual. Majestad, ¿estas dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la
estructura del círculo?
-Sí
-Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debes tener preparada una bolsa de cuero con 99
monedas de oro, ni una mas ni una menos. !99!
-¿Qué mas? ¿Llevo los guardias por si acaso?
-Nada mas que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
-Hasta la noche.
Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los
patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro
de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel
que decía: Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y no cuentes
a nadie cómo lo encontraste. Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente,
golpeó y volvió a esconderse .Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atrás de
unas matas lo que sucedía.
El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se
estremeció, apretó la bolsa contra el pecho, miró hacia todos lados de la puerta, y se
arrimaron a la ventana para ver la escena.
El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado sólo la vela. Se había
sentado y había vaciado el contenido en la mesa. Sus ojos no podían creer lo que veían.
!Era una montaña de monedas de oro! El, que nunca había tocado una de estas
monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él. El paje las tocaba y amontonaba, las
acariciaba y hacía brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas
de monedas.
Así, jugando y jugando, empezó a hacer pilas de 10 monedas. Una pila de diez, dos
pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis.... y mientras sumaba 10, 20,30, 40, 50, 60....hasta
que formó la última pila: 9 monedas !!!
Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda mas. Luego el piso y
finalmente la bolsa. "No puede ser", pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó
que era más baja. -Me robaron -gritó- me robaron, malditos!! Una vez mas buscó en la mesa,
en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo
que buscaba.

Continuara.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

El Círculo del 99

Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo sirviente de rey
triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey
cantando y tarareando alegres canciones de juglares. Una sonrisa se dibujaba en su distendida
cara y su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.
Un día el rey lo mandó a llamar.
-Paje -le dijo- ¿cual es el secreto?
-¿Qué secreto, Majestad?
-¿Cual es el secreto de tu alegría?
-No hay ningún secreto, Alteza.
-No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.
-No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto.
-¿Por qué esta siempre alegre y feliz? ¿eh? ¿por qué?
-Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra permitiéndome atenderlo.
Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la Corte nos ha asignado, somos
vestidos y alimentados y además su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas
para darnos algunos gustos, ¿cómo no estar feliz?
-Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey-. Nadie puede ser feliz
por esas razones que has dado.
-Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo, pero no hay nada
que yo esté ocultando...
-Vete, !vete antes de que llame al verdugo!
El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación.
El rey estaba como loco. No consiguió explicarse cómo el paje estaba feliz viviendo de
prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras de los cortesanos. Cuando se
calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le contó su conversación de la mañana.
-¿Por qué el, es feliz?
-Ah, Majestad, lo que sucede es que él esta fuera del círculo.
-¿Fuera del círculo?
-Así es.
-¿Y eso es lo que lo hace feliz?
-No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.
-A ver si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz.
-Así es.
-¿Y cómo salió?
-!Nunca entró!
-¿Qué circulo es ese?
-El círculo del 99.
-Verdaderamente, no te entiendo nada.
-La única manera para que entendieras, sería mostrártelo en los hechos.
-¿Cómo?
-Haciendo entrar a tu paje en el círculo.
-Eso, obliguémoslo a entrar.
-No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
-Entonces habrá que engañarlo.
-No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, el entrara solito, solito.
-¿Pero el no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
-Sí se dará cuenta.
-Entonces no entrara.
-No lo podrá evitar.

Continuará......

miércoles, 9 de septiembre de 2015

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO

Recibir estas palabras como una bendición a cada uno de vosotros.

¿Por qué Bendecir?  Al bendecir se crea un escudo de luz de protección divina sobre la persona a la que estamos Bendiciendo. Es conexión divina.

De allí la importancia siempre de bendecir con amor.
Bendice tu día, tu pareja, tus hijos, tu familia, tus amigos, todo lo que haces, tu dinero sea mucho o poco.

Detente un segundo  y bendice a la persona que está cerca de ti, puedes hacerlo mentalmente, obsérvala y veras que hay un ligero cambio en su rostro.

Bendice tu cuerpo sin importar que en estos momentos este enfermo o sano. Bendícelo y llénalo de luz, de amor, misericordia y perdón para que este sano.

Bendice tus relaciones, sin importar si  te encuentres "solo", porque tú mismo te complementas.

Bendice tu trabajo, te paguen poco o te paguen mucho, porque al bendecirlo lo llenas de luz divina, y de esa forma te estas preparando para algo mejor.

Tienes derecho a cosas maravillosas solo tienes que creerlo y sentirlo. Adelante Bendícete.

Bendice tu existencia sin importar que hayan habido experiencias dolorosas; eso simplemente son los escollos para superar y crecer.

Así que Dios te Bendiga y te proteja y el Espíritu Santo te llene de Sabiduría y entendimiento y te guíe en cada paso de tu hermosa existencia. ..... Amen.

Yo  les Bendigo a ustedes mi Familia que están leyendo este mensaje, Bendigo su corazón, su vida, su salud, su matrimonio, sus hijos, su hogar, su familia, su trabajo, sus finanzas, sus proyectos en el nombre de Jesús. Amén

lunes, 7 de septiembre de 2015

REVOLUCIÓN DEL ALMA

Aristóteles, filósofo griego, escribió este texto “Revolución del Alma“, en el año 360 A.C. y es eterno...

Nadie es dueño de su felicidad, por eso no entregues tu alegría, tu paz tu vida en las manos de nadie, absolutamente de nadie. Somos libres, no pertenecemos a nadie y no podemos querer ser dueños de los  deseos, de la voluntad, o de los sueños de quien quiera que sea.

La razón de tu vida eres tú mismo. Tu paz interior es la meta de tu vida, cuando sintieres un vacío en el alma, cuando creyeres que aún te está faltando algo, aun cuando tengas todo, envía tus pensamientos hacia tus deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en ti. Deja de poner tu felicidad cada vez más lejos de ti.

No te pongas objetivo que no estén al alcance de tus manos, abraza los que estén a tu alcance hoy.

Si andas desesperado por problemas financieros, amorosos, o de relaciones familiares, busca en tu interior la respuesta para tranquilizarte, tú eres el reflejo de lo que piensas a diario. Deja de pensar mal de ti mismo y sé tú mejor amigo siempre.

Sonreír significa aprobar, aceptar, felicitar. Entonces abre una sonrisa para aprobar el mundo que te quiere ofrecer lo mejor.

Con una sonrisa en el rostro las personas tendrán la mejor impresión de ti, y tú estarás afirmando para ti mismo, que estás “cerca“, de ser feliz.

Trabaja, trabaja mucho a tu favor. Deja de esperar la felicidad sin hacer esfuerzos. Deja de exigir a las personas aquello que ni tú has conquistado todavía.

Critica menos, trabaja más. Y, no te olvides nunca de agradecer.

Agradece todo lo que está en tu vida en este momento, inclusive el dolor. Nuestra comprensión del universo, aún es muy pequeña para juzgar lo que queremos que sea nuestra vida.


“ La grandeza no consiste en recibir honras, sino en merecerlas."

viernes, 4 de septiembre de 2015

Dale Tiempo a Dios

Dale Tiempo a Dios
PRINCIPIOS IMPORTANTES DE LA ORACIÓN
Fragmentos de “Momentos de Meditación”  por Virginia Brandt Berg

Si tienes un problema muy agobiante, una necesidad muy grande en tu vida; tal vez el problema es que monopolizas toda la plática con Dios y no le estás escuchando a Él para nada.
¡Deja de hablar tanto y escucha! Escucha la Palabra de Dios. Quédate en silencio y deja que Él te hable.
Cuando estés en silencio esperando que Él te hable, escucharás un susurro, una suave voz.
Alguien llamó a eso “un impulso divino”, pues es una impresión en tu corazón indicándote que tienes que hacer algo en particular. Él te, responderá.
Algunos creen que orar significa seguir pidiendo y pidiendo, seguir hablando y rezando y rogándole al Señor con una gran palabrería y una gran insistencia para convencerlo de que nos conceda lo que queremos.
Este tipo de oración no demuestra mucha fe, ni confianza en que Él va a responder. Todo lo contrario, demuestra tu falta de fe e incredulidad, pues dudas que Él ya te oyó y que la respuesta está en camino.
Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. Lo que en verdad necesitas es seguir “creyendo”, y “esperando con fe”.
¡Espera que Dios te responda!
La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!
¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o demandar a Dios?
Es entrar en comunión con Él, remontando todo nuestro ser hacia los cielos y esperando con fe la respuesta divina.
Una palabrita, por Martha Snell-Nicholson: (traducido del inglés)
A veces no oro con palabras. Tomo mi corazón en mis dos manos, y lo alzo hacia el Señor…
… Yo sé que Él me entiende. A veces no oro con palabras.
Mi espíritu se postra a Sus pies, Y con Su mano sobre mi cabeza, Nos comunicamos en dulce silencio.
A veces no oro con palabras. Pues estoy cansada y deseo reposar, Y mi corazón encuentra todo lo que anhela, Reposando sobre el gentil regazo de mi Salvador.
Si has orado mucho y aún no recibes la respuesta a tus peticiones y sientes como si los Cielos están cerrados y Él se ha hecho el sordo a tus ruegos y oraciones, recuerda esto:
Ninguna oración sincera a nuestro Padre Celestial ha sido ignorada o no ha sido respondida. Pero también es verdad que Dios tiene Su tiempo para el cumplimiento de Su propósito. Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a veces usa formas extrañas para disciplinarnos y enseñarnos y eso lleva tiempo.


Dale Tiempo a Dios.