miércoles, 30 de diciembre de 2020

LA PERLA DEL SULTÁN - Cuentos Sufís


Un día estaba el sultán en su gabinete, rodeado de su corte. Sacó de un cofrecillo una perla preciosa y la puso en la mano de su visir preguntándole:

"¿Cuál es su valor?

-¡Cien bolsas de oro! respondió el visir.

-¡Aplástala! ordenó el sultán.

-¿Cómo me atrevería? dijo el visir. ¡Esta perla es el florón de tu tesoro!

-¡Me alegra tu respuesta!" dijo el sultán. Y le ofreció regalos y honores.

Un poco después, cuando se agotaron otros temas de conversación, el sultán dio esta misma perla a su chambelán diciéndole:

"¿Cuál es su valor a los ojos de aquellos en los que habita el deseo?

-Esta perla vale la mitad de tu reino, dijo el chambelán. ¡Dios la proteja de todo peligro!

-¡Aplástala! ordenó el sultán.

-¡Oh, sultán! respondió el chambelán, eso sería una lástima.

Mira esta luz y esta belleza. ¡Aplastarla sería atentar contra el tesoro de mi sultán!"

El sultán quedó satisfecho de esta respuesta y lo colmó de regalos elogiando su sabiduría.

Después, varios beyes o emires sufrieron la misma prueba y, por imitación, todos dieron la misma respuesta para obtener el favor del sultán. Finalmente, el sultán hizo la misma pregunta a Eyaz:

"¿Qué vale esta perla?

-¡Ciertamente, vale más de lo que se dice! respondió Eyaz.

-¡Aplástala!" ordenó el sultán.

Ahora bien, Eyaz, prevenido en sueños de esto, tenía dos piedras en el bolsillo. Tomó una y aplastó la perla sin vacilar.

El que pone su esperanza en la unión con el Amado no teme ser aplastado.

El hombre piadoso vive en el temor por su suerte en el día del juicio. Pero el sabio no se inquieta. Sabe lo que ha sembrado y, por tanto, lo que va a cosechar.

Cuando Eyaz hubo aplastado la perla, los cortesanos dijeron:

"¡El que ha aplastado una perla tan luminosa sólo puede ser un blasfemo!

-¿Qué es más precioso, preguntó Eyaz, la orden del sultán o la perla? A vosotros os interesa la perla y no el sultán. A mí no me atraen las piedras, como sucede a los infieles. Sólo el sultán me preocupa. ¡El alma que está prisionera de una piedra coloreada ignora la orden del sultán!"

A estas palabras, los beyes, los emires, el chambelán y el visir inclinaron la cabeza lamentándose. El sultán hizo una seña al verdugo.

"¡Véngame de estos miserables! dijo, puesto que han preferido una piedra a mis órdenes.

-¡Oh, sultán! Tú eres aquel ante quien encuentran los generosos la fuente de su generosidad. Los más generosos se avergüenzan ante la munificencia de tus favores. La insolencia y la ignorancia de los blasfemos proviene de la abundancia inagotable de tu clemencia. En el momento del saqueo el pueblo vela para proteger sus bienes. Si el temor de perder sus bienes le impide dormir cómo podría dormir sin el temor de perder la vida? El olvido nace de la inadvertencia y de la relajación. Déjales la vida pues han visto tu rostro y no soportarán ser apartados de él. Aunque la muerte es amarga no puede serlo tanto como la separación. Es agradable morir con la esperanza de reunirse contigo, pero es amargo vivir en los tormentos de la separación. En el infierno, los infieles se dicen: "¡No estaríamos tan tristes si él nos hubiese honrado con una sola mirada!" Para que los envilecidos por la insolencia puedan ser lavados por el Éufrates de tu misericordia, ¡deja correr el río de tu perdón!"

lunes, 28 de diciembre de 2020

EL MIEMBRO DURO - Cuentos Sufís (3)

 


A la vista de esta repentina debilidad, la bella esclava se echó a reír, pues recordaba al valiente guerrero cuyo miembro había permanecido firme durante el combate con el león. Fue así presa de una risa irreprimible. Y su risa era como una marejada que hizo entrar al sultán en una violenta cólera. Desenvainó la espada:

"Dime la verdad, exclamó. Tu risa ha puesto la duda en mi corazón. Si me ocultas algo, te cortaré la cabeza. Si hablas, serás libre y feliz."

La esclava se vio, pues, obligada a contar su unión con el guerrero durante su viaje y también la causa de su risa: ¡la comparación entre el miembro del guerrero frente a un león y el del sultán frente a un ratón.

No siembres mala semilla pues, un día, germinará y aparecerá a plena luz.

El sultán comprendió de golpe todas las injusticias que había cometido con el único fin de poseer a esta esclava y se arrepintió ante Dios diciendo: "He deseado a la mujer del prójimo. ¡He forzado la puerta del prójimo y alguien ha forzado mi puerta! Lo que he querido hacer a otros, eso me ha sucedido a mí como castigo. He robado la esclava del sha de Mosul y me la han robado a mí. He traicionado y he sido traicionado. Si me vengo, dominado por la cólera, eso recaerá sobre mí, pues soy la fuente de todo lo que acaba de suceder.

¡Oh, Dios mío, perdóname! ¡Perdóname!"

Después, dijo a la esclava:

"Que todo esto quede entre tú y yo. Te daré a ese valiente guerrero pues, con su mala acción me ha hecho un bien inmenso."

Hizo venir al guerrero y le dijo: "Esta esclava ha dejado de complacerme, pues su presencia entristece a la madre de mi hijo. ¡Cómo has arriesgado tu vida por ella no puedo hacer otra cosa que entregártela!"

La entregó, pues, al guerrero y decapitó así su ira y sus deseos.

sábado, 26 de diciembre de 2020

EL MIEMBRO DURO - Cuentos Sufís (2)


Cuando un león ve su reflejo en un pozo, lo ataca y acaba por caer en el pozo. Es preciso que el hombre no esté en intimidad con la mujer, pues el hombre y la mujer son como el fuego y el algodón. Para que un fuego semejante siguiera siendo inocente, sería preciso que, como el de José, fuese regado con el agua de la verdad.

En el camino de regreso, el valiente guerrero estableció su campamento en un bosque. Estaba tan dominado por el fuego del amor que no distinguía ya la tierra del cielo. Entrando de nuevo en su tienda, se precipitó al encuentro de la hermosa esclava.

En un instante así ¿Qué es de la razón? ¿Qué es del miedo al sultán?

Cuando el deseo carnal redobla el tambor, la razón se derrumba. Y nuestros ojos ofuscados consideran al sultán como si fuese un mosquito.

Así pues, el valiente guerrero se aligeró la ropa y se tendió al lado de la bella esclava. En el mismo instante en que su miembro alcanzaba su forma acabada, estalló un gran ruido en el exterior. Nuestro héroe se levantó apresuradamente, se apoderó de su espada y salió de su tienda. Allí vio un león que provocaba el pánico entre los soldados. Los caballos huían derribando las tiendas a su paso. El guerrero se puso sin temor ante el león y le cortó la cabeza de un solo tajo con su espada. Después, se volvió a la tienda junto a la bella esclava, que estaba llena de admiración por su valor. Pero el miembro del guerrero, que había permanecido en erección durante su combate con el león, se ablandó de pronto cuando la tomaba en sus brazos.

Nuestro héroe ha perdido el camino recto a causa de una falsa aurora.

Como un mosquito, se ha ahogado en una olla de leche. Bastaron unos días para que experimentara remordimientos: por temor al sultán, hizo jurar a la hermosa esclava que no revelaría su secreto.

Cuando el sultán vio a la esclava, quedó enajenado.

"¿Se ha visto nunca algo semejante? exclamó. ¡No puedo creer lo que veo!

¡Esto supera todo lo que me habían referido!"

¿De qué sirve poseer el Oriente y el Occidente si todo esto es tan efímero como el relámpago? El sultán, lleno de deseo, condujo a la hermosa esclava a su habitación con el fin de consumar el acto de amor. Pero, mientras que estaba sentado entre las piernas de esta última, un incidente vino a cortarle el camino del placer. Se oyó el ruido de un ratón y su miembro se ablandó de repente sin que pudiese remediarlo. Temía, en efecto, que fuese alguna serpiente disimulada en la paja del lecho.

jueves, 24 de diciembre de 2020

EL MIEMBRO DURO - Cuentos Sufís (1)


Un día un espía de poca monta vino a decir al sha de Egipto: "¡El sha de Mosul posee una esclava tan hermosa como las huríes! Su belleza es tal que en vano se buscaría equivalente en la tierra. ¡Su belleza infinita es indescriptible, pero aquí tienes un retrato suyo!"

Al ver el rostro pintado de la hermosa esclava, el sultán quedó tan sorprendido que la copa de vino se le escapó de las manos. Lleno de admiración, se puso a lamentarse. Después, designó a un valiente guerrero, le confió innumerables soldados y lo envió hacia Mosul: "Si alguien, le dijo, te impide apoderarte de ella, destrúyelo a él y sus bienes. Pero, si te la dan, tráemela aprisa para que yo pueda unirme con esta luna."

Precedido de tambores y banderas, el ejército tomó el camino de Mosul con gran estruendo. Los soldados cayeron sobre la ciudad como una nube de langosta. Lluvias de flechas y de piedras se abatieron sobre la ciudad y las centelleantes espadas hicieron correr mucha sangre durante semanas.

Un día el sha de Mosul envió al jefe del ejército un emisario, portador del siguiente mensaje: "¿Por qué haces correr la sangre de tantos fieles? Los cadáveres forman montañas en nuestro lado. Si es Mosul lo que deseas conquistar eso puede hacerse sin derramar sangre. Yo me iré y te dejaré entrar en nuestra ciudad.

Pues sólo una cosa me importa ya: que no se vierta más sangre. Si son piedras preciosas lo que codicias, eso es aún más sencillo."

El jefe del ejército mostró al emisario el retrato de la hermosa esclava diciendo:

"¡Esto es lo que quiero! Y más vale que la obtenga enseguida porque no dudo en alcanzar la victoria."

Cuando fue informado de ello, el sha de Mosul exclamó: "¡No soy un idólatra! ¡Nada me importan las apariencias! pues lo que yo busco es la verdad."

Así, para evitar el derramamiento de la sangre de los fieles, el sha sacrificó a su hermosa esclava. Pero, cuando el emisario condujo a esta última ante el jefe del ejército, éste se enamoró de ella al instante.

El amor es un océano y los cielos no son sino su espuma. Sabe que los cielos giran por efecto del amor. Sin él, el corazón del universo se convertiría en un bloque de hielo. ¿Cómo, sin él, se transformaría en vegetal una cosa inanimada y cómo, sin él, sería sacrificado ese vegetal por un ser animado? Sin él ¿cómo sería el espíritu, el secreto de aquel aliento que fecundó a Myriam (María)?

Nuestro valiente guerrero tomó, pues, ese pozo por un camino. Esta tierra árida le gustó y empezó la siembra. Pero cuando un hombre fornica en sueños con una mujer, al despertar comprende y empieza a lamentarse diciendo: "¡Ay, he derramado mi agua en la vanidad!"

Nuestro héroe según la carne no era, pues, un verdadero héroe y disipaba su semilla en el desierto. El caballo del amor ha tomado el bocado entre los dientes y no teme a la muerte. Va diciendo: "¡Ya no reconozco sultán, pues mi obra es el amor!"

martes, 22 de diciembre de 2020


Como en años anteriores con esta felicitación de Navidad, quiero desearte unas fiestas llenas de Luz, que nace y que nos hace ser esos seres únicos e irrepetibles, pase lo que pase. Solo nos lo tenemos que creer. Ser felices.


lunes, 21 de diciembre de 2020

*LA MEDICINA DE LA CONCIENCIA. * - Jorge Carvajal (3)


Frecuentemente cuando uno está haciendo una sanación, ve que la persona, aunque no le haya dicho ni una palabra, empieza a llorar y a sacar su resentimiento, y luego siente una sensación de paz, que no es mi paz, es su paz, es la paz de Cristo que también habita en la persona que está siendo sanada. La paz está ahí, ha estado siempre ahí, es parte de nuestra esencia, se trata simplemente de quitar todos aquellos apegos, aversiones, sentimientos, separatismos, toda aquella capa de ignorancia, para que la paz se revele tal cual es, y cuando la paz se revela, germina el amor, y cuando germina el amor la sanación es posible, aunque lo que tenga sea un cáncer, o un lupus.

Pero no te culpes si no lo logras, porque tú participas también en los problemas genéticos de la herencia, de la humanidad como grupo. Esto no es para creerse superman, uno puede ser muy orgulloso y decirse "estoy triste porque no me curé el cáncer", eso no es un fracaso, el cáncer es un maestro, a veces aprendemos la lección en una ocasión, otras veces necesitamos diez oportunidades, y otras necesitamos cien vidas tal vez, pero lo importante es aprender la lección.

Uno no aprende medicina de un día para otro, hay lecciones supremamente complicadas y difíciles.

También nos diplomamos o nos especializamos en el alma, cuanto más grande sea el desafío, más grande es la oportunidad de crecimiento. Yo solo les he puesto un ejemplo de cómo podemos retomar nuestras emociones, identificar nuestras emociones, aceptarlas, no seguir huyendo de ellas, y así poder transmutarlas.

Las lecciones de las emociones. Una vez que sentimos la emoción, hay una pregunta fundamental ¿Cuál es la lección que hay debajo de esta emoción negativa? ¿Cuál era el mensaje, qué me quería decir esta actitud y esta enfermedad? Cuando yo no digo NO, en la vida, termino resentido y con ira, pero la ira no es el problema, la ira me está diciendo que hay que aprender a reafirmarme diciendo NO.

La ira es la mejor estrategia de autoafirmación. Cuando yo manifiesto la ira y la transmuto, esa ira se vuelve sanadora, es lo mejor de mi fuerza, mi ira barre y limpia la casa y hace las cosas más rápidamente, ustedes han visto a un ama de casa que en su ira revolotea y el almuerzo está hecho a las diez de la mañana.

Yo sabía cuando mi mamá estaba iracunda, porque a las diez de la mañana mi casa estaba como un espejo. Es así, la ira es una forma de energía que se puede transmutar físicamente, el hecho de que la transmutemos físicamente no resuelve la fuente de la ira, la fuente de la ira es la necesidad de autoafirmarse, y la necesidad de autoafirmarse es la necesidad de renunciar a la falsa complacencia.

"Crecer espiritualmente no es decirle que sí a todo el mundo. El crecimiento espiritual no tiene nada que ver con la bobada, perdónenme la expresión, pero ser espiritual no es ser bobo, y ser tolerante no es ser bobo, la tolerancia no excluye la autoafirmación.

La autoafirmación es condición del crecimiento espiritual. Así que yo tengo que descubrir la lección, debajo del evento negativo, porque el evento negativo no es sino la apariencia, la sombra. Pero esa sombra cuando la quito abre una puerta luz, una lección que yo puedo aprender en mi vida.

Fuente: Preparemonos para el Cambio

sábado, 19 de diciembre de 2020

*LA MEDICINA DE LA CONCIENCIA. * - Jorge Carvajal (2)


El miedo provoca más lumbago que todas las hernias discales, todos los problemas articulares, todos los problemas de columna, porque el temor hace que metamos, literalmente, el rabo entre las patas, cerramos el esfínter anal interno, a ese nivel, hay un centro de energía muy importante y, nos cerramos a la vida, contraemos toda la musculatura lumbosacra, esa parte queda mal irrigada y nos dan unos lumbagos terribles, y ese lumbago es el nombre clínico del miedo.

 Si logro reconocer el núcleo del miedo, si logro observar mi cuerpo y veo que tengo los glúteos y toda esta parte contraída, si logro respirar hacia esa zona y liberar el sentimiento del miedo, y llamar al miedo y decirle "tú eres la mejor parte de mí mismo, cuando asciendes y te revelas, eres mi prudencia, ya no eres miedo, sino que eres prudencia, eres parte de mi amor también". Cuando yo, a través de la respiración, logro ascender esa energía del miedo, y logro trasmutarla al altar del corazón, que es donde realmente nace el hombre que puede sanarse y puede sanar la vida, entonces desaparece el lumbago.

 Mi resentimiento, mi odio, frecuentemente, está anclado en mis articulaciones. Yo estoy así totalmente rígido. A veces, con el puño apretado en la noche, inconscientemente, dispuesto a pegar y a agredir. Pues bien, ese dolor articular, es resentimiento congelado en esa parte del cuerpo.

Si logro experimentar ese dolor y asociarlo a mi sentimiento de ira y a mi resentimiento, y logro comprender que mi resentimiento es algo que se construye en el plexo solar, que bloquea la energía aquí y no permite a la energía acceder a mi corazón, ni a mi sistema inmune, puedo hacer mucho más que el reumatólogo, o puedo ayudarle mucho, para curar y sanar mi artritis, y yo soy responsable, no tengo que esperar que el reumatólogo me resuelva el problema.

La enfermedad es mi problema, no es el problema del médico, es mi responsabilidad, yo también tengo que ver con eso. La medicina no puede ser el arte de pasarle la pelota al médico, porque le pagamos.

 La nueva medicina de la consciencia es el arte de responsabilizarnos de nuestra vida, y de descubrir que realmente podemos hacer mucho por nuestra vida.

Frecuentemente, vemos que una persona con un cáncer ha tenido un shock, o una pérdida afectiva muy grande. Si una pérdida afectiva le produce un vacío existencial de tal dimensión que se vuelve un vacío de energía, y permite que las células degeneradas puedan invadirle, es porque estaba apegado, ese es el problema del apego que yo debo reconocer.

Si alguien se va y yo lo vivo desde el amor, desde el desapego, sé que su consciencia está conmigo, lo dejo partir no lo amarro. Muchas veces, vemos a alguien al que se le muere el papá o la mamá, pero no lo deja partir, eso es literalmente cierto, se queda con parte de su energía anclada al plexo solar. Esa anclada energética puede crear crisis de pánico, de hipertensión, cosas violentas en la clínica. Si nosotros logramos que la persona se sane, es su alma la que lo sana.

El sanador no lo hace por el paciente, yo como sanador soy un imán que le doy la carga que su alma necesita, realmente, la sanación es rescatar la autonomía, la autogestión, y la libertad del otro, para sanarse.

La verdadera sanación es darte las herramientas para que tú, desde tu consciencia, te sanes, no desde tu consciencia racional, sino desde tu sentimiento, desde tu amor, desde tu afecto.

Fuente: Preparemonos para el Cambio

jueves, 17 de diciembre de 2020

*LA MEDICINA DE LA CONCIENCIA. * - Jorge Carvajal (1)

 


"El Ser Humano es milagroso en cuanto que puede transformar su pasado”.

Algunos dicen "no se ocupen del pasado que el pasado ya no existe", pero el pasado está vivo, presente, doloroso, en cada una de nuestras células, frecuentemente, produciendo enfermedades. El problema del pasado es simplemente que haya pasado, que lo dejemos atrás como una estatua congelada. Pero al pasado hay que hacerlo presente vivo para transformar su historia, para leerlo en otro código, para interpretarlo en el código del amor, y, cuando interpretamos el pasado en el código del amor, nuestras heridas de la infancia se sanan. Y ahí nosotros somos los psicólogos, los psiquiatras, podemos sanar nuestra vida; todos estamos llenos de dolores, y a veces de dolores absurdos, que cargamos en la vida sin ni siquiera reconocer que existen.

La técnica respiratoria es muy importante, sobre todo la fase de pausa respiratoria, ¿por qué razón? Porque cuando tú respiras lentamente y haces una pausa en la inspiración, la energía del inconsciente y el subconsciente sale a flote, es decir se pregunta ¿que pasa aquí que no están respirando? En ese momento el inconsciente hace aflorar a la consciencia una parte a la que no habíamos tenido acceso, de la que éramos víctimas pero que no habíamos reconocido nunca en la vida, y en ese momento podemos dialogar con el subconsciente y podemos sacar nuestras heridas más profundas. Cuando hacemos eso podemos ir más lejos, así es como actuamos para la autosanación.

La Alergia. Yo puedo decirme, por ejemplo, ¿de dónde viene esta alergia?, si tengo una alergia y quiero librarme de ella. La alergia es algo que rechazo, un virus, una bacteria, un hongo, el frío, el calor, pero eso no es del todo cierto, eso es quedarnos muy cortos. No hay personas que sean alérgicas sólo al frío, las personas alérgicas al frío también tienen miedo a la soledad, tienen miedo al frío del alma, al frío en los sentimientos, a la frialdad del papá o de la mamá, al desafecto, es decir, el frío es simplemente un símbolo. Cuando yo soy alérgico a algo, hay algo que rechazo o que temo.

Entonces si quiero cambiar mi alergia, reconozco mi alergia. Si sé que no reconozco mi alergia porque me hace sentir vergüenza, entonces trabajo con la vergüenza: ¿Qué cosas en la vida me evocan vergüenza? Luego experimento el sentimiento de la vergüenza y veo como experimento la vergüenza, a veces me pongo pálido y frío, otras veces me pongo rojo como un tomate, otra lo experimento como un vacío o como un hueco a nivel del plexo solar, la puedo experimentar de muchas maneras. Dónde y cómo experimento la alergia, me da una idea de la parte de mi energía que está comprometida. Vamos a ver otro sentimiento, el miedo, yo diría que la mitad de nuestros lumbagos son por miedo.

Fuente: Preparemonos para el Cambio

martes, 15 de diciembre de 2020

TODO ESTÁ EN TU MENTE– Jeff Foster (2)


Así que mi experiencia de la habitación en la que estoy sentado no se halla «en mi mente»; no encuentro ninguna prueba de eso. Mi experiencia de la habitación está justo aquí, como habitación; no está separada de la habitación. Es la habitación, y es percibida. La experiencia no tiene localidad; no está localizada ni en la cabeza ni en el cerebro. Está en todas partes, lo mismo que el océano está presente en todas sus olas. Es la taza de té que me estoy tomando. Es el cielo y las estrellas. Es las hojas que crujen bajo los pies mientras camino hacia la oficina de correos. El mundo ni está «ahí fuera» ni está «en mi mente». Es íntimamente uno con lo que soy Me sigue a todas partes. No puedo sacudírmelo de encima. No entro en el mundo y salgo de él; el mundo está siempre aquí.

No me muevo por el mundo; él se mueve conmigo. Y no hay un yo separado de él. (¡Ah!, ¿verdad que son maravillosas las palabras?)

De la misma manera, la experiencia que tengo del sol no está en mi cerebro, en mi cabeza o en mi mente. Nunca tengo una experiencia de él como si fuera algo que está dentro de mí en modo alguno. Mi experiencia del sol no está localizada dentro de otra cosa. El sol sencillamente está aquí, en la experiencia presente; no puedo decir que esté dentro de mí, ni tampoco que esté fuera de mí.

Ahora bien, el saber convencional nos dice que el sol es una bola gigante de gas ardiente situada a millones de kilómetros de nuestros cuerpos físicos. Y es verdad, relativamente hablando; no podemos negarlo. Pero lo que también es verdad —y este es el auténtico milagro— es que el sol está siempre justo aquí, en la intimidad de la experiencia presente. Aparece en la intimidad que soy. Es el calor que baña mi cara. Es el calor sobre la piel. Es el fulgor que me relumbra en los ojos. Es el querido, viejo e íntimo amigo que ha estado conmigo desde que tengo memoria. No está lejos, muy lejos de quien realmente soy. Está aquí.

Aunque desde cierta perspectiva pueda parecer que una ola está muy alejada de otra ola del océano, desde la perspectiva del océano, dado que cada ola es el propio océano, el concepto de distancia o de ausencia de distancia no significa nada. El océano no tiene una localización específica, lo cual equivale a decir que está en todos los lugares a la vez. En otras palabras, está siempre aquí.

Todas las olas del océano que soy son esencialmente yo, incluso aunque parezcan estar a millones de kilómetros de mí.

domingo, 13 de diciembre de 2020

TODO ESTÁ EN TU MENTE– Jeff Foster (1)


HAY una idea bastante común en las enseñanzas espirituales, con la que comulgan algunos científicos y filósofos, y es la idea de que el mundo existe solo en nuestras mentes o en nuestros cerebros, de que el mundo es pura imaginación nuestra o, peor aún, de que es un simple error de percepción. Pero ¿alguna vez forma esto parte de tu experiencia directa de la vida? ¿Percibes el mundo como si estuviera dentro de algo, de algo llamado mente? ¿Dónde se encuentra, con exactitud, esa mente dentro de la cual se supone que está el mundo? ¿Y de quién es esa mente? ¿Mía? ¿Qué es «mía» en la experiencia directa?

Cuando miro de manera nueva, ahora mismo, lo que vuelvo a encontrar es que aparecen pensamientos, aparecen olores, aparecen sonidos, aparecen sentimientos — todos en el espacio abierto que soy—, pero no hay ninguna prueba de que lo hagan dentro de algo diferente llamado mente. No encuentro ninguna prueba de que algo llamado mente esté produciendo todo lo que se piensa, se ve, se huele, se oye o se siente.

No encuentro ninguna prueba de que estas olas de experiencia provengan de una mente ni de alguna otra cosa o lugar. Solo puedo decir que no encuentro algo como la mente — fuera del pensamiento que surge en el presente—. El pensamiento dice: «Hay una mente separada», pero no es más que un pensamiento que aparece. De niño, aprendí que «tengo» una mente. Pero ¿es verdad?

Lo único que encuentro cada vez que miro es la experiencia presente. No encuentro ni pasado ni futuro, sino ahora, y si acaso encuentro pasado y futuro, se trata de recuerdos e ideas que aparecen ahora. Todo es ahora.

Y lo que encuentro ahora es que la experiencia no está ni dentro ni fuera de mí.

Sencillamente, aquí no encuentro ni dentro ni fuera; lo único que hay es intimidad total con todo lo que aparece. La experiencia no está contenida dentro de nada, ni encuentro ninguna prueba de que esté fuera de nada.

viernes, 11 de diciembre de 2020

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA ACEPTACIÓN – Jeff Foster (5)


Intentamos cultivar en nosotros cualidades como el amor, la paz, la aceptación y el desapego. Nos agotamos intentando amar, intentando aceptar, intentando relajarnos, intentando no juzgar y no identificarnos con nada, e incluso intentando poner fin a la búsqueda de una vez por todas. Pero cuando descubrimos quiénes somos realmente, nos damos cuenta de que todas estas cualidades no son resultado del esfuerzo de una persona separada, sino que están ya presentes de modo natural en quienes somos antes de que nos identifiquemos como personas separadas. Lo que somos es por naturaleza expresión de amor y aceptación, está profundamente relajado y siempre en paz, nunca apegado a ninguna forma, v nunca ha buscado nada. Por naturaleza, no juzga ni elige, y está siempre libre de toda identificación. Es el océano, siempre en reposo en medio de la tormenta, permitiendo eternamente la existencia de cada ola, sin juzgarla, sin oponerle resistencia ni apegarse a ella. El final de la búsqueda de toda una vida no es una meta futura, sino lo que ya somos.

¿Qué aspecto tiene la vida cuando se mira desde este lugar de profunda aceptación, desde este lugar de completud siempre presente? ¿Qué aspecto tiene la vida cuando comprendes que no eres una persona separada, una ola separada e incompleta en el vasto océano, en busca del hogar, sino el propio océano, ya completo, ya en casa, ocurra lo que ocurra en este momento? ¿Qué aspecto tiene la vida cuando sabes que eres el espacio plenamente abierto de la aceptación, en el que todos los pensamientos, sentimientos y sensaciones, todas las olas de experiencia, tienen un profundo permiso para ir y venir?

Y una vez que comprendes que eres este vasto océano, qué relación tienes entonces con las olas? ¿Están separadas de lo que eres, o eres ahora íntimamente inseparable de cada una de ellas?

miércoles, 9 de diciembre de 2020

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA ACEPTACIÓN – Jeff Foster (4)


Estoy hablando sobre reconocer un significado más profundo de que todo está bien, incluso cuando en la superficie las cosas no lo estén, sobre percibir una completud más profunda, incluso cuando en la superficie las cosas no parezcan estar completas. De lo que hablo es de la relajación suprema, de la paz suprema, del reposo supremo. No de ti, no de que una persona separada se sienta relajada o en paz, o intente hallar reposo, sino de un sentimiento de relajación más profundo que nace de saber que todo pensamiento, toda sensación, todo sentimiento, incluidos los dolorosos, ya se han aceptado en el espacio que eres. Saber que, en el momento, incluso tu falta de aceptación se ha aceptado profundamente es algo que puede desintegrar de raíz incluso el más férreo sufrimiento.

Podría decirse que tal vez todo sufrimiento sea sencillamente la ceguera a esta profunda aceptación.

Visto desde esta perspectiva, todo sufrimiento es una invitación a aceptar profundamente el momento presente. El sufrimiento, el estrés o malestar psicológico deja de ser algo malo o dañino que hayamos de trascender o destruir, y se transforma en una oportunidad única de que veas con qué sigues en guerra, qué es lo que todavía buscas. En el interior del sufrimiento, siempre encontrarás esta guerra; siempre encontrarás la ceguera a esta profunda y total aceptación. La guerra es, por tanto, una invitación a regresar a esta aceptación profunda y total. El sufrimiento duele, y el dolor nos señala el camino a casa.

«Nostalgia» es una bella palabra que literalmente significa «el dolor del regreso al hogar». Pero también podría significar «el descubrimiento del hogar incluso en medio del dolor», porque el hogar está siempre presente, aun en mitad de todas esas experiencias de las que preferirías escapar, lo mismo que el océano está siempre presente en cada ola v adopta la forma de cada ola.

lunes, 7 de diciembre de 2020

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA ACEPTACIÓN – Jeff Foster (3)


Recuerdo que hace años, cuando me consideraba un buscador espiritual, sediento de la liberación y la huida que representaba la iluminación, solía creer que aceptar, o mejor dicho «hacer aceptación», las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, trescientos sesenta y cinco días al año, era la clave para iluminarse. Si era capaz de aceptarlo todo en todo momento, sería libre..., o eso pensaba yo. Era una idea preciosa, pero por más que intentara aceptarlo todo, estar presente con todo, permitirlo todo incondicionalmente, darme cuenta de todo sin elección, seguía habiendo cosas que no podía aceptar. El dolor físico extremo, la violación, la tortura, el genocidio... ¿cómo podía aceptar experiencias como esas? Cuando experimentaba en mi persona un dolor extremo, trataba desesperadamente de aceptarlo, pero me agotaba en el intento, y luego me castigaba por no haber sabido estar a la altura de lo que yo suponía que debía estar a la altura.

Ahora me doy cuenta de que había una estrategia (en otras palabras, una búsqueda) detrás de aquel intento de aceptación: secretamente creía que, si aceptaba el dolor, el dolor desaparecería. ¡Seguía siendo un rechazo del dolor, solo que disfrazado de aceptación! Qué lugar tan ingenioso había encontrado el buscador para esconderse:

¡justo en el centro de una bella práctica espiritual! La aceptación que se hace con cualquier tipo de esperanza, motivo o expectativa no es aceptación real, sino rechazo disfrazado.

Lo que entonces aún no había descubierto era la naturaleza incondicional y omnímoda de esta profunda aceptación. Estaba tan ocupado intentando aceptar que terminé pasando por alto esta profunda aceptación de la vida..., ¡en la que incluso mi incapacidad de aceptar estaba aceptada! Sí, así de radical es esta aceptación: ¡incluso a tu falta de aceptación del dolor se le permite formar parte de lo que eres! Todas las olas tienen la aceptación del océano, y si lo que está sucediendo justo ahora es que no aceptas el dolor, eso está aceptado también. El dolor está bien, y la aversión que sientes hacia el él, tu deseo de librarte de él también está bien. Se acepta al buscador incluso cuando es incapaz de aceptar.

Y aquí hay una clara paradoja. Si la vida acepta, acepta totalmente, mi falta de aceptación del dolor, eso significa que deja de ser una falta de aceptación. La no aceptación se transmuta. Lógica, filosófica y racionalmente esto no tiene sentido, pero es así. Sin embargo, no quiero que me creas; quiero que descubras tú mismo esta verdad.

Todo esto guarda relación con ese descubrimiento.

sábado, 5 de diciembre de 2020

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA ACEPTACIÓN – Jeff Foster (2)

 


Lo que eres ya ha aceptado el momento presente, tal y como es. Lo que eres yaha dicho sí a lo que es; de lo contrario, lo que aparece en este instante no aparecería. Lo que eres no puede oponer resistencia a nada de lo que aparezca ahora, puesto que es todo lo que aparece ahora. A lo que eres, todo le resulta sencillamente irresistible.

Así que, cuando hablo de aceptación, no uso la palabra de la manera en que senos ha condicionado a usarla. La uso de una manera nueva, que hace referencia a la más profunda aceptación de la vida... una aceptación, una autorización a estar presente, queja  a sucedido. Por lo tanto, cuando te sugiero que aceptes o permitas lo que es, es una manera taquigráfica de dirigir tu atención al hecho de que, en este momento, ¡a estos pensamientos, sensaciones, sentimientos, visiones, sonidos y olores ya se les ha permitido entrar, puesto que ya están apareciendo!

Aceptar nuestros pensamientos y sentimientos es darse cuenta, simple y llanamente, sin hacer el menor esfuerzo, de que esos pensamientos y sentimientos ya han sido aceptados, de que ya se les ha permitido entrar. Ya están aquí. Aceptar no es un logro sujeto al tiempo, sino la realidad del eterno momento presente. 

Tú no puedes aceptar, pues lo que eres es aceptación en sí. ¡0 eres en realidad una persona separada; eres un espontáneo sí a este momento.

Esta definición pone muchas enseñanzas espirituales patas arriba. La aceptación no es un estado que se deba alcanzar en el futuro. No es algo que hayamos de buscar, esperar, anhelar, suplicar. No es un logro personal ni algo que llegue tras años de esfuerzos. No es un acontecimiento mágico, una transformación de la consciencia ni un cambio energético que se producirá algún día. No es una tarea ni el trabajo espiritual que has de desempeñar con disciplina. Es algo que has de redescubrir justo en mitad de tu experiencia presente, aquí y ahora, esté ocurriendo lo que esté ocurriendo. La aceptación no es una meta futura, sino una realidad presente, siempre. Si es la gracia, entonces es una gracia siempre presente, al alcance de todos, todo el tiempo.

Esta definición revoluciona totalmente la idea que tenemos de la aceptación y el rechazo. La aceptación ya no depende de mí, un individuo separado que intenta aceptar, que intenta vivir en un estado de constante aceptación, que intenta alcanzar la aceptación como una meta futura, que intenta estar a la altura de un inalcanzable ideal de aceptación que los maestros espirituales y los gurús han fomentado, y que no es sino otra forma de búsqueda. La aceptación consiste en reconocer que eres el espacio abierto de la aceptación, el océano que acepta de antemano todas sus olas, incondicionalmente, aquí y ahora..., incluida cualquier ola de no aceptación.

jueves, 3 de diciembre de 2020

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA ACEPTACIÓN – Jeff Foster (1)

 


Profundicemos un poco más en la idea de la aceptación, una palabra que tiende a mal interpretarse con mucha frecuencia.
Mira, se podría decir que lo que eres, lo mismo que el océano, acepta cada ola simplemente porque es cada ola. No tiene elección, ¡no tiene más posibilidad que aceptar! El océano no acepta unas olas y rechaza otras; la suya es una aceptación incondicional que está mucho más allá de nuestras ideas condicionadas sobre la aceptación. La aceptación de todas sus olas está más allá de los opuestos conceptuales de aceptación y no aceptación. La aceptación es la inseparabilidad del océano y las olas, y, como tal, no tiene opuesto. Toda ola está aceptada de antemano, y es esa naturaleza ya aceptada de las olas lo que constituye la esencia. Me refiero a la más profunda aceptación de la vida, que como individuo no puedes conseguir. 
En realidad, la cuestión no es intentar conseguir esa profunda aceptación, sino reconocerla, verla, percibirla en todas y cada una de tus experiencias. No tienes que lograr esta profunda aceptación; eso ya ha sucedido, y lo único que te queda por hacer es darte cuenta, sin esfuerzo, de que ya ha sucedido, en este momento y en cada momento. 
Toda ola de experiencia —todo pensamiento, toda sensación, todo sentimiento, todo sonido, todo olor— tiene permiso para estar aquí. Para cuando una ola aparece, lo que realmente eres ya la ha aceptado. La llegada de una ola es su aceptación. Las compuertas ya están abiertas; a este momento ya se le ha permitido entrar, exactamente como es ahora mismo. ¡Lo único que jamás experimentamos es lo que ya se ha permitido!

martes, 1 de diciembre de 2020

Buda Viviente Cristo Viviente - Thich Nhat Hanh


Habla de la verdad con aquellos que la busquen, y de conocimiento a aquellos que hayan cometido un pecado en su error. Asegura los pasos de los que hayan tropezado; ofrece descanso a los fatigados, levanta a los que deseen levantarse, y despierta a aquellos que duermen.