domingo, 29 de agosto de 2021

Sabiduria del Talmud - El temor al infierno

Cuando Rabí Yojanan ben Zakai, estaba cerca de morir, sus discípulos le pidieron que los bendijera. El sabio les dijo:

-Que vuestro temor al Eterno sea tan grande como vuestro temor a los humanos.

Ante la extrañeza de sus discípulos, les explicó:

-Una persona a veces se abstiene de hacer algo impropio, porque tiene miedo de que alguien lo vea, pero el temor a que el Eterno lo vea, puede no ser suficiente para disuadirlo.


viernes, 27 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - EL REY SABIO

Había una vez, en la lejana ciudad de Wirani, un rey que gobernaba a sus súbditos con tanto poder como sabiduría. Y le temían por su poder, y lo amaban por su sabiduría.

Había también un el corazón de esa ciudad un pozo de agua fresca y cristalina, del que bebían todos los habitantes; incluso el rey y sus cortesanos, pues era el único pozo de la ciudad.

Una noche, cuando todo estaba en calma, una bruja entró en la ciudad y vertió siete gotas de un misterioso líquido en el pozo, al tiempo que decía:

-Desde este momento, quien beba de esta agua se volverá loco.

A la mañana siguiente, todos los habitantes del reino, excepto el rey y su gran chambelán, bebieron del pozo y enloquecieron, tal como había predicho la bruja.

Y aquel día, en las callejuelas y en el mercado, la gente no hacía sino cuchichear:

-El rey está loco. Nuestro rey y su gran chambelán perdieron la razón. No podemos permitir que nos gobierne un rey loco; debemos destronarlo.

Aquella noche, el rey ordenó que llenaran con agua del pozo una gran copa de oro. Y cuando se la llevaron, el soberano ávidamente bebió y pasó la copa a su gran chambelán, para que también bebiera.

Y hubo un gran regocijo en la lejana ciudad de Wirani, porque el rey y el gran chambelán habían recobrado la razón.

miércoles, 25 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - LA ZORRA

Al amanecer, una zorra miró su sombra, y se dijo:

-Hoy almorzaré un camello. -Y pasó toda la mañana buscando camellos. Pero al mediodía volvió a mirar su sombra, y se dijo: -Bueno... me conformaré con un ratón.


domingo, 22 de agosto de 2021

Sabiduria del Talmud - CONFORTAR


No es fácil confortar a aquellos que sufren. Cuando Rabí Iojanan, que había perdido diez hijos, encontraba a alguien que había sufrido una pérdida, le mostraba un pequeño diente de su hij o menor.

No decía Rabí Iojanan: ”-mi desgracia es peor que la tuya”, sino que quería significar que a pesar de su gran tragedia, no desesperó y continuó estudiando y enseñando Torá.

viernes, 20 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - LA GUERRA


Una noche, hubo fiesta en palacio, y un hombre llegó a postrarse ante el príncipe; todos los invitados se quedaron mirando al recién llegado, y vieron que le faltaba un ojo, y que la cuenca vacía sangraba. Y el príncipe le preguntó a aquel hombre:

 ¿Qué te ha sucedido?

- ¡Oh príncipe! -respondió el hombre-, mi profesión es ser ladrón, y esta noche, como no hay luna, fui a robar la tienda del cambista, pero mientras subía y entraba por la ventana cometí un error, y entré en la tienda del tejedor, y en la oscuridad tropecé con el telar del tejedor, y perdí un ojo. Y ahora, ¡oh príncipe! suplico justicia contra el tejedor.

El príncipe mandó traer al tejedor y, al llegar éste al palacio, el soberano decretó que le vaciaran un ojo.

- ¡Oh príncipe! -dijo el tejedor-, el decreto es justo. No me quejo de que me hayan sacado un ojo. Sin embargo, ¡ay de mí!, necesitaba yo los dos ojos para ver los dos lados de la tela que hago. Pero tengo un vecino de oficio zapatero, que tiene los dos ojos sanos, y en su trabajo no necesita los dos ojos...

El príncipe entonces envió por el zapatero. Y éste acudió, y le sacaron un ojo.

¡Y se hizo justicia!

miércoles, 18 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - LOS SIETE EGOS


En la hora más silente de la noche, mientras estaba yo acostado y dormitando, mis siete egos sentándose en rueda a conversar en susurros, en estos términos:

Primer Ego: -He vivido aquí, en este loco, todos estos años, y no he hecho otra cosa que renovar sus penas de día y reavivar su tristeza de noche. No puedo soportar más mi destino, y me rebelo.

Segundo Ego: -Hermano, es mejor tu destino que el mío, pues me ha tocado ser el ego alegre de este loco. Río cuando está alegre y canto sus horas de dicha, y con pies alados danzo sus más alegres pensamientos. Soy yo quien se rebela contra tan fatigante existencia.

Tercer Ego: - ¿Y de mi qué decís, el ego aguijoneado por el amor, la tea llameante de salvaje pasión y fantásticos deseos? Es el ego enfermo de amor el que debe rebelarse contra este loco.

Cuarto Ego: -El más miserable de todos vosotros soy yo, pues sólo me tocó en suerte el odio y las ansias destructivas. Yo, el ego tormentoso, el que nació en las negras cuevas del infierno, soy el que tiene más derecho a protestar por servir a este loco.

Quinto Ego: -No; yo soy, el ego pensante, el ego de la imaginación, el que sufre hambre y sed, el condenado a vagar sin descanso en busca de lo desconocido y de lo increado... soy yo, y no

vosotros, quien tiene más derecho a rebelarse.

Sexto Ego: -Y yo, el ego que trabaja, el agobiado trabajador que con pacientes manos y ansiosa mirada va modelando los días en imágenes y va dando a los elementos sin forma contornos nuevos y eternos... Soy yo, el solitario, el que más motivos tiene para rebelarse contra este inquieto loco.

Séptimo Ego: - ¡Qué extraño que todos os rebeléis contra este hombre por tener a cada uno de vosotros una misión prescrita de antemano! ¡Ah! ¡Cómo quisiera ser uno de vosotros, un ego con un propósito y un destino marcado! Pero no; no tengo un propósito fijo: soy el ego que no hace nada; el que se sienta en el mudo y vacío espacio que no es espacio y en el tiempo que no es tiempo, mientras vosotros os afanáis recreándoos en la vida. Decidme, vecinos, ¿quién debe rebelarse: vosotros o yo?

Al terminar de hablar el Séptimo Ego, los otros seis lo miraron con lástima, pero no dijeron nada más; y al hacerse la noche más profunda, uno tras otro se fue a dormir, llenos de una nueva y feliz resignación.

Sólo el Séptimo Ego permaneció despierto, mirando y atisbando a la Nada, que está detrás de todas las cosas.

domingo, 15 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - DEL DAR Y EL RECIBIR


Había una vez un hombre que poseía todo un valle lleno de agujas. Y un día, la madre de Jesús acudió a aquel hombre y le dijo:

-Amigo mío, la túnica de mi hijo se rasgó, y tengo que remendársela antes de que salga para el templo. ¿Quieres darme una de tus agujas?

Pero, en vez de darle la aguja, aquel hombre pronunció un erudito discurso acerca Del dar y del recibir, para que María se lo repitiera a su Hijo antes de que éste saliera para el templo.

viernes, 13 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - LOS DOS ERMITAÑOS

En una lejana montaña vivían dos ermitaños que rendían culto a Dios y que se amaban uno al otro.

Los dos ermitaños poseían una escudilla de barro que constituía su única posesión.

Un día, un espíritu malo entró en el corazón del ermitaño más viejo, el cual fue a ver al más joven.

-Hace ya mucho tiempo que hemos vivido juntos -le dijo-. Ha llegado la hora de separarnos. Por tanto, dividamos nuestras posesiones.

Al oírlo, el ermitaño más joven se entristeció.

-Hermano mío -dijo-, me causa pesar que tengas que dejarme. Pero si es necesario que te marches, que así sea. Y fue por la escudilla de barro, y se la dio a su compañero, diciéndole.

-No podemos repartirla, hermano; que sea para ti.

-No acepto tu caridad -replicó el otro-. No tomaré sino lo que me pertenece. Debemos partirla.

El joven razonó:

-Si rompemos la escudilla, ¿de qué nos servirá a ti o a mí? Si te parece, propongo que la juguemos a suerte.

Pero el ermitaño persistió en su empeño.

-Sólo tomaré lo que en justicia me corresponde, y no confiaré la escudilla ni mis derechos a la suerte. Debe partirse la escudilla.

El ermitaño más joven, viendo que no salían razones, dijo:

-Está bien: si tal es tu deseo, y si te niegas a aceptar la escudilla, rompámosla y repartámosla.

Y entonces el rostro del ermitaño más viejo se descompuso de ira, y gritó:

- ¡Ah, maldito_ cobarde! no te atreves a pelear, ¿eh?

miércoles, 11 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - EL PERRO SABIO

Un día, un perro sabio pasó cerca de un grupo de gatos. Y viendo el perro que los gatos parecían estar absortos, hablando entre sí, y que no advertían su presencia, se detuvo a escuchar lo que decían.

Se levantó entonces, grave y circunspecto, un gran gato, observó a sus compañeros.

-Hermanos -dijo-, orad; y cuando hayáis orado una y otra vez, y vuelto a orar, sin duda alguna lloverán ratones del cielo.

Al oírlo, el perro rió para sus adentros, y se alejó de los gatos, diciendo:

¡Ciegos e insensatos felinos! ¿No está escrito, y no lo he sabido siempre, y mis padres antes que yo que lo que llueve cuando elevamos al Cielo súplicas y plegarias son huesos, y no ratones?

miércoles, 4 de agosto de 2021

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - LAS SONÁMBULAS

En mi ciudad natal vivían una mujer y sus hijas, que caminaban dormidas.

Una noche, mientras el silencio envolvía al mundo, la mujer y su hija caminaron dormidas hasta que se reunieron en el jardín envuelto en un velo de niebla.

Y la madre habló primero:

- ¡Al fin! -dijo-. ¡Al fin puedo decírtelo, mi enemiga! ¡A ti, que destrozaste mi juventud, y que has vivido edificando tu vida en las ruinas de la mía! ¡Tengo deseos de matarte!

Luego, la hija habló, en estos términos:

- ¡Oh mujer odiosa, egoísta y vieja! ¡Te interpones entre mi libérrimo ego y yo! ¡Quisieras que mi vida fuera un eco de tu propia vida marchita! ¡Desearías que estuvieras muerta!

En aquel instante cantó el gallo, y ambas mujeres despertaron.

¿Eres tú, tesoro? -dijo la madre amablemente.

-Sí; soy yo, madre querida -respondió la hija con la misma amabilidad.