sábado, 22 de agosto de 2020

Sabiduría del Talmud - El que es sabio, se prepara.


Un rey, para probar la sabiduría de sus sirvientes, les invito a un banquete, pero no dijo la hora exacta del festín, los sabios entre ellos se vistieron engalanadamente y se mantuvieron listos al llamado, pensando, 'Nos llamaran en cualquier momento.'
Los tontos, por el contrario, dijeron: 'Habrá mucho tiempo para prepararse.' Y se fueron a sus asuntos sin hacer ningún tipo de preparativo.
De repente, el rey anuncio que el banquete estaba listo, y los sabios, quienes estaban listos y vestidos a la altura, fueron admitidos y sentados a la mesa, pero aquellos que tontamente retrasaron el prepararse, llegaron al banquete con su ropa de trabajo, y les dijo el rey: 'Aquellos bien vestidos para el banquete se pueden sentar y disfrutar conmigo, pero quienes no se prepararon, a pesar de ser invitados, estarán de pie y solo verán.
Fue Rabbi Eliezer quien dijo: 'Arrepiéntete un día antes de tu muerte.' 'Pero, preguntaron sus discípulos, 'como puede el hombre saber en qué día morirá y así arrepentirse un día antes'
'Ah!' Respondió el sabio, 'ese es el secreto. Que se prepare hoy, y cada día, no sea que muera mañana, al hacer así, estará preparado cada día de su vida.'

jueves, 20 de agosto de 2020

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Dejo resplandecer la luz de mi amor
Cuando algo nos hace sufrir, cuando tenemos miedo o estamos afligidos, y vemos una luz en la oscuridad, no nos sentimos tan solos. Pensemos en esa luz como en el resplandor del amor de alguien, que nos da calor y nos consuela. Cada persona lleva dentro de sí la luz de su amor. Podemos dejar resplandecer nuestra luz, para que así nos consuele y sea también un consuelo para los demás. Todos conocemos a alguien que ya no está en este mundo. Veamos ahora cómo resplandece su luz y dejemos que su luz y su amor nos rodeen y nos consuelen.
Cada uno de nosotros tiene una infinita provisión de amor para dar. Cuanto más damos, más tenemos para dar. Sí, a veces sentir hace daño, pero gracias a Dios que podemos sentir.
Dejemos que el amor irradie de nuestros corazones; ello nos consolará y nos dará paz. Y así es.

La felicidad es sentirse bien consigo mismo.

sábado, 15 de agosto de 2020

JORGE BUCAY - Cuentos Para Pensar - GALLETITAS


A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas...!Intacto!.

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Las respuestas que hay dentro de mí me llegan fácilmente a la conciencia
Si haces tus afirmaciones delante de un espejo, ten siempre a mano papel y lápiz, de modo que puedas tomar nota de los mensajes negativos que te vengan a la mente mientras las dices. No es que tengas que trabajar en ese mismo momento con ello. Puedes sentarte más tarde a revisar tu lista de respuestas negativas, si las tienes, y empezar a entender por qué no consigue o que dices querer. Si no tomas conciencia de tus mensajes negativos, es muy difícil que los modifiques.

Viajamos interminablemente a través de la eternidad. Tenemos una vida tras otra. Lo que no resolvamos en una vida, lo resolveremos en alguna otra.

jueves, 13 de agosto de 2020

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Estoy abierta y receptiva
Cuando hacemos afirmaciones creamos lo bueno en nuestra vida, pero si alguna parte de nosotros mismos no cree que seamos dignos de ello, nuestras afirmaciones no se harán realidad Entonces seguramente diremos: «Las afirmaciones no funcionan», pero eso no es cierto. Si no conseguimos lo que queremos es porque no creemos que nos lo merecemos.

Debemos tomar conciencia de qué es lo que creemos.

lunes, 10 de agosto de 2020

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Doy el paso que me llevará a sanar
Una afirmación es un punto inicial, algo que abre el camino. Por medio de ella dices a tu subconsciente: «Asumo la responsabilidad Me doy cuenta de que puedo hacer algo para cambiar». Si repites a menudo la afirmación, o bien estarás listo para dejar que lo que sea suceda, y la afirmación se volverá verdad, o se abrirá ante ti un camino nuevo. Quizá tengas una idea brillante o un amigo te llame para decirte: «¿No has intentado nunca hacer esto?», y te verás guiado a dar el paso que te llevará a sanar.

Las afirmaciones proporcionan a tu subconsciente algo sobre lo cual trabajar en el momento

sábado, 8 de agosto de 2020

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Soy perfecta tal como soy
No soy demasiado ni demasiado poco. No tengo que demostrar quién soy a nadie ni a nada. He llegado a saber que soy la perfecta expresión de la Unidad de la Vida. En la Infinitud de la Vida he tenido muchas identidades, cada una de ellas una expresión perfecta para aquella vida en particular. Estoy contenta de ser quien soy y lo que soy esta vez. No deseo ser como nadie más, porque no es esa la expresión que he elegido para esta vida. La próxima vez seré diferente. Soy perfecta tal como soy aquí y ahora. Soy suficiente. Soy una con la totalidad de la Vida. No tengo que luchar para ser mejor. Todo lo que necesito es amarme hoy más que ayer y tratarme a mí misma como a un ser profundamente amado. Al ser querida por mí misma, floreceré con un júbilo y una belleza que apenas si puedo empezar a vislumbrar. El amor es el alimento que necesitamos los seres humanos para realizar nuestra grandeza.
Al aprender a amarme más a mí misma, aprendo a amar más a todo el mundo. Juntos alimentamos amorosamente un mundo cada vez más hermoso.
Todos sanamos, y el planeta, sana, también. Con júbilo reconozco mi perfección y la perfección de la Vida. Y así es.

Cuando haces afirmaciones abandonas el papel de víctima. Ya no te sientes impotente, y reconoces tu propio poder.

jueves, 6 de agosto de 2020

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Acepto todo lo que he creado para mí misma
Me amo y me acepto exactamente tal como soy. Me apoyo, confío en mí y me acepto allí donde esté. Puedo existir dentro del amor de mi propio corazón. Me pongo la mano sobre el corazón y siento el amor que hay en él. Sé que en él hay mucho lugar para aceptarme tal como soy aquí y ahora. Acepto mi cuerpo, mi peso, mi altura, mi aspecto, mi sexualidad y mis experiencias. Acepto todo lo que he creado para mí misma. Mi pasado y mi presente. Estoy dispuesta a dejar que mi futuro suceda. Soy una Expresión Divina y Magnífica de la Vida, y me merezco lo mejor de lo mejor. Y lo acepto para mí, ahora.
Acepto los milagros. Acepto sanar. Acepto que estoy a salvo. Y sobre todo, me acepto a mí misma. Soy un ser único y valioso, y me aprecio como tal. Y así es.

Si esperamos a ser perfectos para amarnos a nosotros mismos, perderemos la vida entera. Ya somos perfectos, aquí y ahora.

martes, 4 de agosto de 2020

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Acepto todas las partes de mí misma
Lo más importante del proceso de sanarnos o de integrarnos en un todo es aceptarnos totalmente a nosotros mismos, con todas nuestras múltiples partes. Aceptémonos cuando actuamos bien y cuando no lo hacemos tan bien, cuando nos asustamos y cuando demostramos nuestro amor, cuando nos comportamos tontamente y cuando nos mostramos brillantes e ingeniosos, cuando fracasamos y cuando ganamos. Todo esto son distintas facetas de nosotros mismos. La mayoría de nuestros problemas provienen de que rechazamos partes de nosotros mismos: no nos amamos total e incondicionalmente.
Que la mirada que echamos sobre nuestro pasado no sea de vergüenza. Miremos al pasado viendo en él la riqueza y la plenitud de la Vida. Sin esta riqueza y esta plenitud no estaríamos hoy aquí. Cuando nos aceptamos totalmente nos convertimos en seres íntegros y sanos.

 Si no te amas total, entera y plenamente, es porque en algún momento aprendiste a no amarte. Pero puedes desaprenderlo.
Empieza a ser amable contigo ahora mismo.

domingo, 2 de agosto de 2020

Pensamientos del corazón - LOUISE L. HAY


Sigo la senda de la acción correcta
En la Infinitud de la Vida, donde estoy, todo es perfecto, entero y completo. Sé que soy una con la Fuente y que sigo la senda de la acción correcta, y en todo momento actúo según este
principio. Escojo mis pensamientos para que armonicen con todo aquello que es para mí supremo bien y mi máximo júbilo.
Mi calidad de vida refleja este estado, en el que hoy quiero estar. Amo la vida y me amo. En cada momento, estoy a salvo. Todo está bien en mi mundo.

Mírate en el espejo y di: «Me amo y me acepto exactamente tal como soy» ¿Qué es lo que te viene a la mente? Observa cómo te sientes. Quizá sea esto el centro de tu problema.