miércoles, 28 de febrero de 2018

La mediocridad de un país por Forges


Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es de todo punto necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.
Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.
Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel. 
Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.
Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que, sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.
- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.
- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo.
 
ANTONIO FRAGUAS DE PABLOS (FORGES)

lunes, 26 de febrero de 2018

"Yo Soy Eso" (página 310)

Mah: En absoluto. Habrá matrimonio, habrá hijos, habrá ganar dinero para mantener a la familia; todo esto acontecerá en el curso natural de los aconteceres, pues el destino debe cumplirse; usted lo pasará sin resistencia, haciendo las tareas según vengan, atento y concienzudo, tanto en las cosas pequeñas como en las grandes. Pero la actitud general será de afectuoso desapego, de enorme buena voluntad, sin expectativa de retribución, de constante dar sin pedir. En el matrimonio usted no es ni el marido ni la mujer. Es el amor entre los dos. Es la claridad y la bondad que hace todo ordenado y feliz. Esto puede parecerte vago, pero si piensa un poco, encontrará que la mística es sumamente práctica, pues hace su vida creativamente feliz. Su consciencia es elevada a una dimensión más alta, desde la que usted ve todo mucho más claro y con mayor intensidad. Se da cuenta de que la persona que usted devino con el nacimiento y que cesará de ser con la muerte es temporaria y falsa. Usted no es la persona sensual, emocional e intelectual, presa de los deseos y los temores. Descubra su ser real. ¿Quién soy yo? es la pregunta fundamental de toda filosofía y psicología. Entre en ella profundamente.

viernes, 23 de febrero de 2018

AUTOINDAGACION 2- Sri Ramana Maharshi

"La autoindagación nos revela que no somos esencialmente el cuerpo, ni nuestros pensamientos, sentimientos, experiencias, etc., pues éstas son realidades cognoscibles y experimentables, mientras que la conciencia que atestigua todo ello no es un contenido particular de experiencia entre otros, sino el factor supra-objetivo mismo que los sustenta. "‘Yo soy’, pero no soy ‘esto’ ni ‘aquello’", pues ninguna atribución objetiva compete al Sí mismo real, vivenciado de forma inmediata como presencia lúcida, como sentido puro de ser sin atributos. El movimiento de la auto-indagación adopta, de este modo, una metodología negativa, (ni esto, ni aquello): "No soy esto o aquello, porque no soy ningún contenido objetual, nada cognoscible o experimentable".
El control de la respiración es solo una ayuda para profundizar dentro de uno mismo. Uno puede profundizar también controlando la mente.
Cuando se controla la mente, la respiración es controlada automáticamente. No hay necesidad de intentar el control de la respiración, el control de la mente es suficiente.
El control de la respiración se recomienda solo a aquellos que no pueden controlar sus mentes directamente.
Un hombre más avanzado irá directo naturalmente al control de la mente sin perder su tiempo en practicar el control de la respiración.

miércoles, 21 de febrero de 2018

AUTOINDAGACION 1- Sri Ramana Maharshi

"La autoindgación es una pesquisa no intelectual que tiene como eje la pregunta: "¿Quién soy yo?"; su práctica consiste, básicamente, en un estado de observación pura, de atención alerta, que permite advertir la ordinaria excentricidad de nuestro estado ordinario de conciencia, su tendencia constitutiva a confundirse con sus contenidos; esta comprensión permite que la conciencia retorne a sí misma, a su propia fuente, y se manifieste en su verdadera naturaleza, como Conciencia pura. La autoindagación invita, en otras palabras, a reorientar la atención desde las experiencias hacia el experimentador, desde los pensamientos hacia la fuente de la que brotan, desde los contenidos cambiantes de la conciencia hacia la Conciencia pura en sí."

domingo, 18 de febrero de 2018

Cuento Sufí - Rumí

SHEIJ
Había una vez un sheij que era el hombre más ilustrado de la tierra. El pueblo lo consideraba como un profeta. Una mañana, su mujer le dijo:
"¡Tu corazón es tan duro como la roca! ¿Forma parte eso de las reglas de la sabiduría? Todos nuestros hijos han muerto y yo, a fuerza de llorar, me he encorvado como un arco. A ti, nadie te ha visto llorar nunca. ¿No hay lugar en tu corazón para la piedad? Nosotros estamos ligados a ti y te servimos día y noche, pero ¿qué podemos esperar de alguien que no conoce la piedad? ¿A qué llaman sheij? A un anciano de pelo y barba blancos. Sabe que el verdadero sheij no tiene ni siquiera asomo de existencia. El que no tiene pretensión alguna de existencia, sea su pelo negro o blanco, ¡ése es un sheij! ¡No olvides que Jesús
habló en su cuna!"
El sheij respondió:
"Te engañas si crees que no existe piedad ni ternura en mi corazón. Siento piedad por los infieles que se exponen al infierno con sus horribles blasfemias.
Cuando un perro me muerde, pido a Dios que le conceda un carácter más apacible, pues si mordiese a algún otro, correría el riesgo de ser lapidado."
La mujer replicó:
"Si realmente sientes esa ternura por el universo entero, ¿por qué no hay rastro de lágrimas en tus ojos cuando el destino nos ha quitado a nuestros hijos?"
El sheij respondió:
"Muertos o vivos, nunca desaparecerán de mi corazón. ¿Por qué habría de llorar si los veo sin cesar, ahí, ante nosotros? No se llora a alguien sino cuando uno está separado de él." Otro día, un hombre llamado Behlul preguntó a ese mismo sheij:
"Dime cómo estás. ¿En qué estado te encuentras?"
El respondió:
"Todos los viajeros soportan Su voluntad y los ríos fluyen en el sentido que Él les ordena. La vida y la muerte van adonde Él quiere. Algunos reciben mensajes de pésame y otras felicitaciones. ¡Nadie puede sonreír si Él no ha dado la orden!"
Behlul dijo entonces:
"Es verdad lo que dices y tienes cien mil veces razones. Pero explícame eso algo más claramente para que tanto el ignorante como el sabio puedan aprovechar tu sabiduría. ¡Prepáranos un festín de platos variados para que todos puedan comer lo que les conviene!"
El sheij:
"Todos saben que nada ni nadie puede hacer cosa alguna sin la voluntad de Dios. Ni siquiera la hoja del árbol. Y Sus órdenes son muy numerosas y nadie puede contarlas pues ¿quién podría contar las hojas de un árbol? Lo infinito no puede ser delimitado por las palabras. Los decretos de Dios encuentran aceptación entre Sus criaturas. Cuando la criatura se somete a la voluntad de Dios, la vida y la muerte le parecen iguales. Su vida no está volcada hacia el lucro, sino hacia Dios. Su muerte no es causada por las enfermedades o las pruebas, sino por Dios. Su fe no se dirige a las huríes y al paraíso, sino a Dios.
Renuncia a la blasfemia, no por temor al infierno, sino por temor de Dios. Eso está en su naturaleza. No es algo que haya adquirido por su esfuerzo o por la práctica del ascetismo. Ríe sólo cuando comprueba que Dios la ha aceptado. Para ella, el destino es una golosina. Si un servidor de Dios es de tal naturaleza, ¿por qué habría de decir: "¡Oh, Dios mío! ¡Cambia mi destino!"

Porque sabía que la muerte de sus hijos había sido querida por Dios es por lo que esta muerte le era tan dulce como los kadaifs (pastelería oriental).

jueves, 15 de febrero de 2018

Cuento Sufí - Rumí

LA MULA Y EL CAMELLO
Una mula dijo un día a un camello:
"¡Oh, amigo mío! Tú andas sin tropezar nunca. Tanto a la subida como a la bajada e incluso en lo llano, nunca te veo dar un mal paso. Entonces, ¿cómo es que yo tropiezo cada dos pasos y caigo a tierra? ¿No puedes enseñarme a caminar como tú?"
El camello respondió:
"Mi vista es mejor que la tuya y, además, mira mi estatura; incluso en un lugar escarpado, puedo distinguir en mi camino el obstáculo más lejano.
Reconozco así cada lugar en donde pongo mis pezuñas y por eso no tropiezo.
Pero tú, por el contrario, miras sólo muy cerca delante de ti."

¿Puede compararse a un ciego con el que tiene buena vista?

martes, 13 de febrero de 2018

Cuento Sufí - Rumí

EL DERVICHE DE LA MONTAÑA
Un derviche vivía en la montaña con su soledad por toda compañía. El lugar de su retiro estaba lleno de árboles frutales pero el derviche había prometido:
"¡Oh, Señor! ¡No tocaré los frutos de estos árboles antes de que el viento los
haga caer!"
Pero, como había olvidado decir: "¡Insh Allah!" fue duro para él respetar su promesa. El fuego del hambre devoraba su vientre, pero el viento no hacía caer fruta alguna. Las ramas se curvaban bajo su peso, pero el derviche tenía paciencia, preocupado por mantener su palabra.
En un momento dado, el viento empujó hacia él una rama cargada de los frutos más maduros. Así fue como el destino le hizo romper su juramento. Fue el instante en que Dios le dio un tirón de orejas.
Había, no lejos de allí, un grupo de ladrones que estaban repartiéndose su botín. Pero unos soldados, avisados por unos espías, les habían tendido una
emboscada y fueron todos capturados, ¡y nuestro derviche con ellos! Cortaron la mano derecha y el pie izquierdo de cada uno de ellos. Cuando llegó el turno al derviche, empezaron por cortarle la mano. Pero, en el momento en que iban a
cortarle el pie, un jinete exclamó:
"¿Qué estáis haciendo? ¡Este es un sheij! ¡Un íntimo de Dios! ¿Quién le ha cortado la mano?"
El verdugo, entristecido, se puso a desgarrarse las vestiduras mientras que
el bey venía a presentar sus excusas.
"Dios es testigo de que yo ignoraba esto. ¡Perdóname!"
El derviche respondió:
"Conozco la verdadera razón de esto. Con esta mano es con la que he roto mi juramento. ¡Que mi cuerpo y mi alma sean sacrificados a la voluntad de Dios!
¡Tú no tienes culpa alguna en esto!"
Así fue como el derviche perdió su mano, empujado por el deseo de su estómago. ¡Cuántos pájaros han dejado su vida en una trampa a causa de unas
semillas! Este derviche fue apodado "el derviche de la mano cortada".
Muchos años más tarde un hombre vino a hacerle una visita inesperada y se dio cuenta con estupor de que estaba tejiendo un cesto de mimbre con sus dos
manos. El derviche dijo a su visitante:
"¿Por qué has venido sin avisarme? ¿Cómo has cometido este error?"
Su visitante respondió:
"Mi amor por ti me ha hecho olvidar el respeto que se te debía."
El derviche le dijo sonriendo:
"¡Guarda hasta mi muerte el secreto de lo que has visto!"
Pero otras personas lo vieron por una ventana tejiendo sus cestos y su secreto quedó así descubierto. Al ver esto, el derviche exclamó:
"¡Oh, Dios mío! ¡Tú eres la sabiduría! Yo intento ocultar los beneficios de que me has colmado. ¡Pero tú los descubres a la luz del día!"
Por la voz de la inspiración, Dios le respondió:
"Había hombres que te tomaban por un mentiroso y creían que habías sido castigado por esta razón. Pero yo no he querido que tales blasfemias se repitiesen y por eso se han hecho manifiestos los favores que te he concedido."

viernes, 9 de febrero de 2018

Cuento Sufí - Rumí

LA BALANZA Y LA ESCOBA
Un día, un hombre fue a la joyería y dijo al joyero:
"Quisiera pesar este oro. Préstame tu balanza."
El joyero respondió:
"¡Lo siento de veras, pero no tengo pala!
- ¡No, no! dijo el hombre, ¡yo te pido tu balanza!"
El joyero:
"¡No hay escoba en este almacén!
- ¿Estás sordo? dijo el hombre. ¡Te pido una balanza!"
El joyero respondió:
"He oído muy bien. No estoy sordo. No creo que mis palabras estén desprovistas de sentido. Veo bien que careces de experiencia y que, al pesar tu oro, vas a dejar caer algunas partículas al suelo. Entonces me dirás: "¿Puedes prestarme una escoba para que pueda recuperar mi oro?" ¡Y cuando lo hayas barrido, me preguntarás si tengo una pala! Yo veo el fin desde el principio.

¡Recurre a algún otro!"

miércoles, 7 de febrero de 2018

Cuento Sufí - Rumí

EL MAESTRO DE ESCUELA
La ciencia posee dos alas, pero la intuición sólo tiene una. Cada vez que el ave de la duda intenta salir volando desde el nido de la esperanza, cae a tierra porque no tiene más que un ala: la de la intuición.
Había una vez un maestro de escuela que era muy exigente con sus alumnos. Estos se pusieron pronto a buscar una solución para librarse de él. Se
decían:
"¿Cómo nunca se pone enfermo? Eso nos daría ocasión de tener un poco de descanso. Nos liberaríamos así de esta prisión que es la escuela para nosotros."
Uno de los alumnos propuso su idea:
"Es necesario que uno de nosotros diga al maestro: "¡Oh, maestro! ¡Creo que su cara está muy pálida! ¡Sin duda tiene fiebre!" Seguro que estas palabras tendrán su efecto sobre él, aunque, de momento, no quedará convencido. Pero, cuando entre en la clase, diréis todos juntos: "¡Oh, maestro! ¿Qué pasa? ¿Qué le sucede?" Cuando un tercero, luego un cuarto, después un quinto le hayan repetido lo mismo con cara entristecida, no hay duda de que quedará
convencido."
A la mañana siguiente, todos los alumnos se pusieron a esperar a su maestro para que cayese en la trampa. El que había propuesto la idea fue el primero en saludarlo y en anunciarle la mala noticia. El maestro le dijo:
"¡No digas insensateces! No estoy enfermo. ¡Vuelve a tu sitio!"
Pero el polvo de la duda se había infiltrado en su corazón. Cuando todos los niños, unos tras otros, se pusieron a repetirle lo mismo, empezó a creer que estaba realmente enfermo.
Cuando un hombre camina sobre un muro elevado, pierde el equilibrio apenas la duda se apodera de él.
El maestro decidió entonces meterse en la cama. Sintió un gran rencor hacia su mujer, porque se decía:
"¿Cómo es que ni siquiera ha notado el color de mi cara? Parece que ya no se interesa por mí. Acaso espera casarse con otro..."
Lleno de cólera, abrió la puerta de su casa. Su mujer, sorprendida, le dijo:
"¿Qué pasa? ¿Por qué vuelves tan pronto?"
El maestro de escuela replicó:
"¿Te has vuelto ciega? ¿No ves la palidez de mi cara? ¡Todo el mundo se inquieta, pero a ti, eso te deja indiferente! Compartes mi techo, pero apenas te preocupas por mí."
La mujer le dijo:
"¡Oh dueño mío! Son imaginaciones. ¡Tú no estás enfermo!
- ¡Oh, mujer vulgar! se enfureció el maestro, si estás ciega, seguro que no es culpa mía. Estoy desde luego enfermo y el dolor me tortura.
-Si quieres, le dijo su mujer, te traeré un espejo. Verás así qué cara tienes y si merezco ser tratada así.
- ¡Vete al diablo con tu espejo! Ve mejor a preparar mi cama, pues creo que
me sentiré mejor si me acuesto."
La mujer fue entonces a preparar su cama, pero se dijo:
"Aparenta estar enfermo para alejarme de la casa. Todo eso no es más que
un pretexto."
Una vez en cama, el maestro se puso a lamentarse. Entonces el alumno que había tenido esta astuta idea dijo a los demás:
"Su casa no está lejos. Recitemos nuestras lecciones con la voz lo más alta posible y ese ruido no hará sino aumentar sus tormentos."
Al cabo de un rato, el maestro ya no pudo contenerse y fue a decir a sus
alumnos:
"Me dais dolor de cabeza. Os autorizo a volver a vuestras casas."
Así, los niños le desearon un rápido restablecimiento y tomaron el camino de regreso a sus casas, como pájaros en busca de semillas. Cuando las madres
vieron que los niños jugaban en la calle a la hora de la escuela, les reprendieron severamente. Pero los niños respondieron:
"No es culpa nuestra. Es la voluntad de Dios que nuestro maestro haya
caído enfermo."
Las madres dijeron entonces:
"Veremos mañana si decís la verdad. Pero ¡pobres de vosotros si es una mentira!"
Al día siguiente, las madres de los escolares fueron a visitar al maestro y comprobaron que estaba gravemente enfermo. Le dijeron:
"¡No sabíamos que estuviese usted enfermo!"
El maestro replicó:

"Yo tampoco lo sabía. ¡Fueron vuestros hijos los que me informaron de ello!"

lunes, 5 de febrero de 2018

Pensamientos del corazón - Louise L. Hay - "AFIRMACIONES - Debemos tomar conciencia de qué es lo que creemos."

Las respuestas que hay dentro de mí me llegan fácilmente a la conciencia

Si haces tus afirmaciones delante de un espejo, ten siempre a mano papel y lápiz, de modo que puedas tomar nota de los mensajes negativos que te vengan a la mente mientras las dices. No es que tengas que trabajar en ese mismo momento con ello. Puedes sentarte más tarde a revisar tu lista de respuestas negativas, si las tienes, y empezar a entender por qué no consigue o que dices querer. Si no tomas conciencia de tus mensajes negativos, es muy difícil que los modifiques.

jueves, 1 de febrero de 2018

Pensamientos del corazón - Louise L. Hay - "AFIRMACIONES - Las afirmaciones proporcionan a tu subconsciente algo sobre lo cual trabajar en el momento."

Estoy abierta y receptiva

Cuando hacemos afirmaciones creamos lo bueno en nuestra vida, pero si alguna parte de nosotros mismos no cree que seamos dignos de ello, nuestras afirmaciones no se harán realidad Entonces seguramente diremos: «Las afirmaciones no funcionan», pero eso no es cierto. Si no conseguimos lo que queremos es porque no creemos que nos lo merecemos.