domingo, 29 de septiembre de 2024

Hay hombres que parecen tener sólo una idea y es una lástima que sea equivocada. – Charles Dickens

ESPOSA. Ahora eres mi esposo y te toca comportarte como tal: tienes que serme fiel, cuidarme, amarme, proveer todo lo que necesitamos para la casa. Se terminaron las noches de fiesta y los amigos; se acabó el despilfarro de dinero en tonterías. ahora eres el responsable de la casa, de la familia, porque tendremos hijos como todo matrimonio y entonces serás padre y serlo es una gran responsabilidad, es ser un ejemplo para los hijos.

Nada de soñar con mundos irreales. Es hora de que trabajes, de que consigas un buen trabajo para mantenerme a mí, tu mujer. Y nada de llegar tarde, nada de hablar por teléfono con amigas, todas esas mujeres tienen que entender que ya no eres el mismo, que ya tienes dueña, y si no lo hacen se las verán conmigo. Ser esposo es una gran responsabilidad.

Yo como esposa voy a sacrificar por ti mis sueños, deseos y necesidades de mujer, porque eso hace una esposa: se sacrifica por su marido. No espero menos de tu parte porque de lo contrario estarías traicionando nuestra sagrada unión que, por cierto, no se te olvide, es para siempre. Creo que ya he hablado suficiente, sólo resta que recuerdes a mis padres, un ejemplo de matrimonio, así es como espero que seamos. Y esta noche no me pidas nada; ya me duele la cabeza.

ESPOSO. Ya dijiste que sí; ya eres mi mujer, mi esposa y espero mucho de ti. las cosas ahora han cambiado y tienes que portarte a la altura de lo que eres. No olvides poner atención a mis necesidades, atiéndeme, escúchame y dame lo que necesito. No pido mucho, sólo que recuerdes que primero está el matrimonio y después lo demás.

Tienes que ser discreta e irreprochable. Cuando tengamos hijos, también serás madre y tienes que ser un ejemplo para ellos, es una gran responsabilidad. ahora tienes que atender una familia y olvidarte de aquellas cosas, de aquellas fantasías. ahora eres una señora, mi esposa.

Yo también voy a cambiar por ti, voy a dejar de ser quien soy para convertirme en tu marido, ahora somos el uno del otro para siempre; nos guste o no, hay cosas que nos unen. Espero que esta noche no te duela la cabeza, aunque ni creas que tengo tantas ganas.

ESPOSA. Esposo, marido, no me importa el título, me importa el hombre maravilloso que eres, el hombre creativo que elegí como compañero de vida. Porque yo elegí estar contigo sabiendo —hasta donde se puede saber— quién eres, conozco tu luz y tu oscuridad y te acepto tal como eres porque eso es el amor: tomar al otro y en el camino aprender lo que nos gusta y lo que no nos gusta de nosotros mismos.

No espero que cambies, no espero que me cuides o me protejas porque sé que eso sucederá si tiene que suceder. Lo único que espero es compartir contigo lo que soy: mi amor por mí misma, el respeto a mis necesidades de mujer, mi valor como ser humano. Ése es mi gran regalo para compartir contigo y estoy agradecida de que tú también hayas elegido compartir conmigo tu humanidad.

A veces me gustaría pensar que lo nuestro va a ser para siempre, pero soy realista, sé que uno de los dos —tarde o temprano y de una manera u otra— se irá antes que el otro, así que lo único que nos queda es disfrutarnos en este momento. La verdad no sé cómo lo vamos a hacer, pero estoy dispuesta a aprender en el camino y que juntos encontremos nuestra definición de lo que significa ser esposo y esposa. Te tomo como mi esposo con todo lo que forma parte de ti.

ESPOSO. No eres mi propiedad, eres el ser humano que elegí para compartir lo que soy. Estoy agradecido de poder disfrutar de tu creatividad, de tu feminidad; de aprender contigo aún cuando los momentos no son agradables o no son como yo espero.

Yo sigo siendo un hombre, no he dejado de escucharme y de respetar mis decisiones como ser humano, por eso no espero que tú cambies por mí, ni que hagas cosas por mí; como no espero nada, todo lo que haces resulta un gran regalo inesperado.

Si algún día somos padres estaré enormemente agradecido por ese regalo, pero no es algo que espere obligatoriamente. Lo que nos une no es un papel, ni una casa ni lo que digan los demás, lo único que nos mantiene juntos es nuestra decisión individual de compartir el uno con el otro y eso hace más valiosa nuestra relación.

No te puedo prometer que esto será para siempre, pero sí te digo que estoy dispuesto hoy a hacer lo que esté en mis manos para que nuestra relación continúe, porque sé que si hoy estamos bien, es muy probable que mañana también, y si mañana solucionamos lo que venga, quizá estemos juntos al día siguiente y tal vez un día volteemos hacia lo caminado y nos sorprendamos de todo el tiempo juntos.  Pero eso sólo es unaposibilidad, la realidad es que hoy estoy agradecido de ser un hombre compartiendo este momento de vida con una mujer. Te tomo como mi esposa, con todo lo que forma parte de ti.

jueves, 26 de septiembre de 2024

Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes. – Charles Dickens

El joven marinero había sido ascendido a capitán del barco: era su primera travesía al mando de la enorme nave y se sentía entusiasmado de haber conseguido su sueño de la infancia. Sin embargo, en lo más profundo de su corazón había un terrible miedo. A pesar de su larga experiencia en muchos barcos, temía no ser suficientemente bueno, además llevar la responsabilidad de un gran barco y todos sus tripulantes era un gran peso. una parte de él soñaba con regresar a ser sólo un marinero a las órdenes de un capitán que respondía por los aciertos y errores.

Desde el primer día algo comenzó a estar mal. A los ojos del joven capitán, todos los marinos cometían errores que parecían de principiante. Los regañaba iniciando su discurso con las frases «Lo hago por su bien» o «Me importan tanto que por eso se los digo» y no mentía, realmente le importaban y lo hacía por su bien. Sin embargo algo no funcionaba.

A mitad del recorrido en pleno océano, media tripulación estaba decidida a desertar y la otra mitad no hacía caso de sus órdenes. Era un caos, habían estado a punto de naufragar en una tormenta, y varios de ellos de matarse en una pelea. Desesperado, el joven capitán se encerró en su camarote decidido a hacer algo.

Mirándose al espejo enfrentó sus temores y se dio cuenta de que lo que estaba «mal» en el barco era su miedo a no ser suficiente, no escucharse a sí mismo, no reconocer que la tripulación de ese barco —para bien o para mal— tenía años de experiencia; que sin importar lo que él hiciera, si querían desertar, lo harían al llegar al próximo puerto. Pensando eso, respiró profundo y los llamó a cubierta. lamento haber pensado que yo era mejor que ustedes. Reconozco que cada uno es un experto marino con muchas horas de navegación. Si estamos en este bote es porque tanto ustedes como yo elegimos estar en él. Confío en ustedes porque confío en mí y en mi experiencia. Si alguien se quiere ir, está bien, sólo les pido que hagamos lo que nos corresponde para llegar al puerto sanos y salvos, haciéndonos responsables por la parte que nos toca, sabiendo que, mientras estemos en el mar, todos dependemos del trabajo de todos.

Dicho esto, el capitán confió en su capacidad y responsabilidad, así como la capacidad de los marinos. El bote llegó al puerto y ningún marino desertó de la nave.

sábado, 21 de septiembre de 2024

Este es un mundo de acción, no de quejas y lamentos. – Charles Dickens

Es insoportable, estos celos me consumen. Es una sensación horrible que me domina. Mi pareja no lo valora, no se da cuenta de todo lo que le amo; si no me importara no sentiría celos, no me preocuparía por su bienestar. Si se fuera con otra persona, no lo soportaría, sería la muerte para mi, así de grande es mi amor. Ojalá algún día lo entienda y se dé cuenta de lo que vale para mí y sienta por mí los mismos celos. Eso es amor.

Tengo la certeza de que no me perteneces. Sé que quien quiere el poder y el control, inevitablemente encuentra la pérdida. Si tuviera celos por ti, fantasearía con que eres mi propiedad, no mi compañía. Te alejaría de mí, de mi corazón, de mi amor, y lojustificaría haciéndote culpable del fracaso de nuestra relación.

Me gusta ser quien soy, me gusta que seas quien eres; en esa libertad ambos elegimos compartir lo que somos. No nos pertenecemos, sabemos que mañana todo puede terminar aunque no sea ése nuestro deseo; no siento celos, siento amor y agradecimiento por lo que sí hay entre nosotros.

viernes, 13 de septiembre de 2024

En todas las cosas debe el hombre confiar más en su propia actividad que en la ajena – Charles Dickens

La joven pastora cuidaba de su rebaño todos los días. Nada la hacía más feliz quelevantarse por la mañana, saludar a las ovejas, acariciar a las pequeñas recién nacidas,tomar su bastón y salir al campo. Disfrutaba de cada momento del día, el sol, el pastoverde, incluso los insectos que volaban entre las flores.

Cierta tarde estaba sentada mirando el atardecer cuando apareció un lobo. Lapastora sabía que los lobos comían ovejas así que se quedó congelada sin saber quéhacer, su corazón le decía que usara el silbato para llamara los cazadores pero su razónestaba fascinada con el color del pelaje y el azul profundo de los ojos del lobo.

El lobo se acercó lentamente a ella, movió la cola y se echó a su lado. La pastora sorprendida pensó ¡quizá este lobo sea diferente, quizá no quiere comerse las ovejas!. En lugar de utilizar el silbato para pedir ayuda se quedó sentada mirando y fantaseando con llegar al pueblo acompañada del lobo.

¡Qué sorpresa se van a llevar todos cuando llegue con este hermoso animal a mi lado!.

Sabrán que lo domé y que un lobo no es tan malo, que puede cambiar. quizá tenga que hacerle un espacio en mi casa, aunque es pequeña para un animal tan grande; puedo pedir ayuda para ampliarla y conseguirle alimento. Tal vez ya no quiera comer carne y le pueda dar verduras. qué maravilla ir por ahí acompañada de un lobo que me obedece, que me quiere, me escucha y me entiende.

Estaba tan sumida en sus fantasías que no tuvo tiempo de hacer sonar el silbato cuando el lobo, inesperadamente y de un solo salto, cayó sobre una oveja y se la llevó. La pastora regresó triste a la aldea, en los días siguientes su ánimo fue empeorando, ya no quería sacar a sus ovejas a pastar. Dejó de mirar lo verde del pasto y odiaba el sonido de los insectos.

Todo el día se lo pasaba pensando en lo malo que eran los lobos y lo tonta que ella había sido al confiar en uno. una noche su abuela fue a visitarla, preocupada le preguntó qué le sucedía, pero ella no quería hablar de lo sucedido, se sentía apenada. La abuela la tomó entre sus brazos y le dijo: «a mí también me pasó y agradecí que me pasara porque nunca más volví a olvidar que no hay culpables: los lobos son lobos y hacen lo que los lobos hacen. Lo importante es que yo soy yo. una pastora no puede cambiar su esencia y su pasión por una fantasía. Desde entonces nunca he dejado de amar lo que hago y hacerlo por mí y para mí. No espero nada de los lobos, espero de mí. Me cuido de mí, me atiendo a mí. los lobos me hicieron fuerte, me enseñaron a respetar mi naturaleza».


domingo, 1 de septiembre de 2024

En el pequeño mundo en el que los niños tienen su existencia, sea quien sea el que los eduque, nada hay que se perciba y se sienta tan sutilmente como la injusticia. – Charles Dickens

Yo siempre pensé que nunca me pasaría. ¿Qué fue lo que hice o lo que dejé de hacer? Ya no soporto este sufrimiento y el coraje ¿Es que no soy suficiente para él? ¿Qué es lo que encuentra en otra que no tenga yo? quisiera terminar con todo esto y olvidar lo que pasó, quisiera que no hubiera sucedido jamás pero no puedo evitar pensar en eso todo el día, cargar con la sensación, con las imágenes.

A veces siento que no valgo nada y me enoja sentirme estúpida; darle tanta importancia. Pero mi vida ya no es igual: perdí la confianza en él, perdí la confianza en lo nuestro, perdí la confianza en mí… ya no soy la que era antes. Ya no sé quién soy.

Quiero dejarlo pero lo amo y me da miedo. ¿Qué voy a hacer después? ¿Sola de nuevo? Además todos los hombres son iguales: egoístas, sólo piensan en ellos mismos, son traicioneros, te prometen fidelidad y amor eterno pero luego se arrepienten, su palabra no vale nada. ¿Cómo puedo volver a confiar en alguien?

Me dolió y no niego mi dolor. Muchas cosas se rompieron dentro de mí, principalmente mis expectativas irreales de esperar de otros lo que no he podido darme a mí. Agradezco el aprendizaje, este evento me mostró lo que hace tiempo dejé hacer: mirarme.

Le di más importancia a mi pareja, a la relación, a lo que él hacía o dejaba de hacer y me olvidé de atenderme, de escucharme, de sanar mis heridas y dolores, de encargarme de mi alma en lugar de esperar que otros se hicieran cargo. Dejo con él sus acciones, sus consecuencias y asumo mis decisiones escuchando mi corazón, lo que necesito para mí.

Un evento no me define, una infidelidad no determina quién soy. Yo soy más que eso. Soy una mujer creativa, inteligente, un ser humano con un propósito en la vida y esta vida, mi vida, está llena de regalos, de experiencias, de alegrías, dolores, tristezas para aprender, para crecer, para ser yo misma. Renuncio a definirme por un evento, renuncio a poner la responsabilidad de mí en las manos de otros. Me cuido, me atiendo y, desde ahí, creo y construyo la vida que quiero vivir.