Un día, los
padres de una muchacha vinieron con Suddhodhana y expresaron su deseo de dar a
su hija en matrimonio a su hijo Siddhartha. El nombre de la muchacha era
Yashodhara. Suddhodhana aceptó su proposición y se realizó el matrimonio de
Siddhartha con Yashodhara. Debido a su amorosa insistencia, Siddhartha continuó
quedándose con sus padres en el palacio aun después del matrimonio. Un año
después del matrimonio, él tuvo un hijo que se nombró Rahul. Tanto el esposo
como la esposa pasaban su tiempo feliz con su hijo.
A pesar de
todas las comodidades del palacio y de la feliz vida matrimonial, la mente de
Gautama empezó a inquietarse cuando él vio a gente afligida por la vejez, la
enfermedad y la muerte después de un día aventurarse fuera del palacio. Una
noche, hubo una repentina transformación en su mente. Estando su esposa
profundamente dormida, él se levantó a medianoche, acarició a su hijo y salió
para la selva. Él tuvo que pasar por numerosas penalidades y dificultades en la
selva. Pero él enfrentó todas las ordalías con fortaleza y determinación. Sus
padres estaban inmersos en la aflicción, incapaces de soportar los dolores de
la separación de su hijo. Aunque Siddhartha estaba también sufriendo mucha angustia,
él siguió en su camino de alcanzar la autorrealización.
Durante su
viaje, él se encontró con un hombre santo. El santo le dijo que la causa de su
angustia estaba en realidad dentro de él y que era esa angustia la que estaba
impidiendo su autorrealización. Diciendo esto, él le dio un talismán para
protección y le pidió que lo llevara alrededor del cuello. (En ese momento,
Bhagavan materializó ese talismán y lo mostró a la congregación en medio de un
atronador aplauso.) Éste fue el talismán dado por el sabio a Siddhartha. Cuando
Siddhartha lo puso alrededor de su cuello, toda su angustia desapareció
instantáneamente. Hasta el último momento de su estadía en la tierra, Buda
llevó el talismán alrededor de su cuello. Una vez que él murió, el talismán
desapareció.
Siddhartha
comenzó a hacer intensas austeridades que duraron mucho tiempo. Él se
cuestionaba constantemente, “¿Quién soy Yo? ¿Soy el cuerpo? ¿Soy la mente? ¿Soy
el intelecto (buddhi)? ¿Soy la materia de la mente chit)?” Él llegó a la
conclusión de que él no era ninguno de éstos. Finalmente, él experimentó la
verdad, “Yo soy Yo”.
Sai Baba