viernes, 31 de diciembre de 2021
jueves, 30 de diciembre de 2021
Cuento de Osho - Los tres santos que ríen
He oído la historia de tres místicos chinos. Nadie conoce sus nombres. Se les conocía solamente como “Los Tres Santos que ríen”, porque nunca hicieron otra cosa, simplemente se reían… Iban de un pueblo a otro, riéndose. Se paraban en la plaza donde estaba el mercado y se reían a carcajadas: Todo el pueblo les rodeaba. La gente acudía a verlos, cerraban las tiendas y los clientes se olvidaban de para qué habían venido. Estos tres hombres eran realmente hermosos, riendo y con sus vientres estremeciéndose. Esto se volvía contagioso y pronto los demás empezaban también a reír. Entonces todo el mercado reía. Habían cambiado la atmósfera del mercado. Y si alguien decía: “Decidnos algo”. Ellos contestaban: “No tenemos nada que decir. Simplemente reímos y la atmósfera cambia”. Hace sólo unos momentos éste era un lugar desagradable donde todos pensaban únicamente en el dinero; ansiosos de dinero, ambiciosos. El dinero lo era todo. De pronto estos tres locos llegaron y empezaron a reír y así cambiaron el ambiente mismo de todo el mercado.
Ahora nadie era un cliente. Se
habían olvidado de que habían ido a comprar y a vender. Nadie se preocupaba de
obtener un beneficio. Reían y bailaban alrededor de aquellos tres locos.
Durante unos segundos se abría un nuevo mundo.
Viajaban por toda la China, de
un lugar a otro, de aldea en aldea, solamente ayudando a la gente a reír. Gente
triste, enojada, gente codiciosa, celosa; todos empezaban a reír con ellos. Y
muchos comprendieron la clave: te puedes transformar.
Entonces, ocurrió que en una de
las aldeas uno de los tres murió. La gente del pueblo se reunió y dijo: “Ahora
sí que habrá problemas. ¡Ahora veremos si se ríen! Su amigo ha muerto; seguro
que llorarán”. Pero cuando llegaron, los dos estaban bailando, riendo y
celebrando la muerte. La gente del pueblo decía: “Esto es demasiado. Es de mala
educación. Cuando un hombre muere es una irreverencia reír y bailar”.
Y ellos dijeron: “¡No sabéis lo
que ha pasado! Los tres siempre pensábamos cuál de nosotros moriría primero.
Este hombre ha ganado; hemos sido derrotados. Toda la vida hemos reído con él.
¿Cómo podríamos darle el último adiós de otra manera? Tenemos que reír, tenemos
que disfrutar, tenemos que celebrar. Esta es la única despedida posible para un
hombre que ha reído toda su vida. Y si no reímos, él se reirá de nosotros y
pensará:” ¡Qué tontos! ¿Así que otra vez han caído en la trampa?” Para nosotros
no ha muerto. ¿Cómo puede la risa morir, cómo puede la vida morir?” La risa es
eterna, la vida es eterna, la celebración continúa. Los actores cambian, pero
el drama continúa. Las olas cambian, pero el océano continúa. Ríes, cambias y
algún otro ríe, pero la risa continúa. Celebras, algún otro celebra, pero la
celebración continúa. La existencia es continua, es un continuum. No hay ni
siquiera un solo momento de vacío en ella. Pero la gente del pueblo no podía
entenderlo y aquel día no podían participar de la risa.
El cuerpo estaba a punto de ser
incinerado y la gente del pueblo decía: “Le bañaremos, tal como establece el
ritual”. Pero los dos amigos dijeron: “No, nuestro amigo ha dicho: “o llevéis a
cabo ningún ritual, no me cambiéis de ropas y no me bañéis Tal y como estoy,
ponedme en la pira crematoria”. Estas son sus instrucciones”.
Y entonces, de repente, sucedió
algo extraordinario; aquel viejo les había gastado su última broma. Había
escondido bajo su ropa fuegos artificiales y cuando colocaron el cuerpo sobre
el fuego, de pronto hubo ¡Diwali! Entonces todo el pueblo empezó a reír. Los
dos locos, sus amigos, se pusieron a bailar y todo el pueblo empezó a bailar
también. No era una muerte, era una nueva vida. Ninguna muerte es muerte,
porque cada muerte abre una nueva puerta; es un principio. La vida no tiene
fin, siempre hay un nuevo principio, una resurrección.
martes, 28 de diciembre de 2021
Thich Nhat Hanh
Alguien me preguntó, ¿no estás preocupado por el estado del mundo?... me he permitido respirar y luego dije,...lo que es más importante es "NO PERMITIR LLENAR TU CORAZÓN DE ANSIEDAD" sobre lo que sucede en el mundo. Si tu corazón está lleno de ansiedad, te vas a enfermar, y no podrás ayudar. Hay guerras, grandes y pequeñas en muchos lugares, y eso puede hacernos perder nuestra paz. La ansiedad es la enfermedad de nuestra época, nos preocupamos por nosotros mismos, nuestra familia, nuestros amigos, nuestro trabajo, y el estado del mundo. Si dejamos que la preocupación llene nuestros corazones, tarde o temprano vamos a enfermar.
sábado, 25 de diciembre de 2021
Pensamientos.
El ahora, este experimentar presente, es todo lo que siempre es.
Y
este ahora es la sustancia de todas las cosas aparentes.
Cuando
el pensamiento surge e imagina que hay una sustancia distinta a este ahora
eternamente presente, nace el tiempo.
La
creencia de que somos un yo interior crea la ilusión de que hay un objeto, una
persona o un mundo exteriores.
Cuando
se ve claramente que el yo interior no existe; el mundo, tal como parecía ser,
también se ve como no existente.
Todo
lo que queda es la intimidad continua de la experiencia que se conoce como
amor.
La respiración funciona por sí misma mientras el individuo piensa
equivocadamente que es él el que está respirando. Los pensamientos llegan del
exterior emergiendo espontáneamente entre intervalos de vacío mental, y él cree
que es él el que piensa. Los pensamientos son involuntariamente transformados
en acciones, y él cree que es él el que actúa. En realidad lo único que ha
hecho es tomar las acciones de la Totalidad como si fueran sus propias
acciones.
El cultivo de la calma y la tranquilidad mental es la puerta de
entrada hacia la visión clara de la realidad. Cuando la atención es desarrollada
la realidad sutil se nos presenta, podemos empezar a distinguir
características que siempre han estado ahí, pero que comúnmente no
distinguimos.
Uno de estos aspectos de la realidad, una característica de la
existencia y de todo lo que es condicionado, se manifiesta como cambio e
impermanencia. Sea que lo observemos o no lo observemos todo surge y cesa
constantemente, pero ser conscientes de ello es mucho más sabio y beneficioso
que no hacerlo. Precisamente porque convivir conscientes de la realidad tal
como es, evita engaños, evita construir hábitos que nos perjudican. ¿Por qué a
pesar de saber que las cosas son impermanentes, nos aferramos igual queriendo
que lo agradable dure más y lo desagradable se vaya rápido?
Intelectualmente
lo sabemos, pero en meditación esta realidad deja de ser una idea abstracta y
se vive en cada proceso, desde la inhalación y la exhalación, hasta en el
reconocimiento de las distracciones que emergen a la superficie de la
consciencia, pero que tampoco perduran demasiado.
Esta forma directa de experimentar lo transitorio va degradando
las visiones erróneas y quitándole peso a lo que percibimos, reduciendo el
apego y la aversión.
Básicamente vivir sin observar la impermanencia es vivir ciegos,
es vivir sufriendo, porque queremos retener aquello que inevitablemente esta
sujeto al cambio.
viernes, 24 de diciembre de 2021
miércoles, 22 de diciembre de 2021
Pensamientos
La Paz es el puente que habrás de cruzar para dejar atrás este mundo. Pero se empieza a tener paz en él cuando se le percibe de otra manera, y esta nueva percepción nos conduce hasta las puertas del cielo y lo que yace tras ellas.
La
Paz es la respuesta a las metas conflictivas, a las jornadas insensatas, a las
búsquedas vanas y frenéticas y a los empeños sin sentido. Ahora el camino es
fácil, y nos conduce por una ligera pendiente hasta el puente donde la libertad
yace dentro de la Paz de Dios.
No volvamos a perder el rumbo hoy. Nos dirigimos al cielo y el
camino es recto.
sábado, 18 de diciembre de 2021
Berth Hellinger: Nos Dice
La
vida deja que te caigas una y otra vez, hasta que te decides a aprender la
lección. La vida te saca del camino y te presenta encrucijadas, hasta que dejas
de querer controlar y fluyes como rio. La vida te pone enemigos en el camino,
hasta que dejas de “reaccionar”. La vida te asusta y sobresalta todas las veces
que sean necesarias, hasta que pierdes el miedo y recobras tu fe.
La
vida te quita el amor verdadero, no te lo concede ni permite, hasta que dejas
de intentar comprarlo con baratijas.
La
vida te aleja de las personas que amas, hasta que comprendes que no somos este
cuerpo, sino el alma que él contiene. La vida se ríe de ti tantas veces, hasta
que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo. La vida te rompe
y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí penetre la
luz.
La
vida te enfrenta con rebeldes, hasta que dejas de tratar de controlar. La vida
te repite el mismo mensaje, incluso con gritos y bofetadas, hasta que por fin
escuchas. La vida te envía rayos y tormentas, para que despiertes. La
vida te humilla y derrota una y otra vez hasta que decides dejar morir tu EGO.
La vida te niega los bienes y la grandeza hasta que dejas de querer bienes y
grandeza y comienzas a servir. La vida te corta las alas y te poda las raíces,
hasta que no necesitas ni alas ni raíces, sino solo desaparecer en las formas y
volar desde el Ser. La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que
todo es un milagro. La vida te acorta el tiempo, para que te apures en aprender
a vivir. La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces
nadie, y así te conviertes en todo.
La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas para
evolucionar. La vida te lastima, te hiere, te atormenta, hasta que dejas tus
caprichos y berrinches y agradeces respirar. La vida te oculta los tesoros,
hasta que emprendes el viaje, hasta que sales a buscarlos. La vida te niega a Dios, hasta
que lo ves en todos y en todo. La vida te
acorta, te poda, te quita, te rompe, te desilusiona, te agrieta, te rompe ...
hasta que solo en ti queda AMOR.
jueves, 16 de diciembre de 2021
Una bella metáfora
"Dicen que antes de entrar en el mar, el río tiembla de miedo. Mira para atrás todo el camino recorrido, las cumbres, las montañas, el largo y sinuoso camino abierto a través de selvas y poblados, y ve frente de sí un océano tan grande, que entrar en él solo puede significar desaparecer para siempre. Pero no hay otra manera, el río no puede volver. Nadie puede volver. Volver atrás es imposible en la existencia. El río necesita aceptar su naturaleza y entrar en el océano. Solamente entrando en el océano se diluirá el miedo, porque solo entonces sabrá el río que no se trata de desaparecer en el océano, sino en convertirse en océano.” Khalil Gibran
martes, 14 de diciembre de 2021
La Glándula Pineal
-Tiene forma de un fruto del árbol de pino por eso se llama
Pineal.
- La función de esta glándula, (según estudios científicos) es
generar una hormona muy importante para el ser humano que es la Melatonina, que
se genera cada vez que hay oscuridad para dormir, por eso es muy importante
dormir bastante y bien y estar atento en lo que soñamos anotando y relacionado
que mensaje puede estar ahí ya que puede ser un mensaje de nuestra conciencia
más profunda.
-El cerebro es el eslabón entre el espíritu y el mundo externo.
- Los órganos de los sentidos son meramente los que transmiten al
cerebro los impactos recibidos del exterior y el cerebro mismo es el
instrumento que los coordina e interpreta.
-La glándula Pineal es efectivamente, la que une la parte material
, el cuerpo, con la parte Espiritual, Alma e Inteligencia Universal.
-Lo hace a través de un neurotransmisor que se llama
Dimetiltriptamina(DMT) que se une con el hipotálamo a través de un canalillo
muy pequeño.
-Esta conexión a nivel amoroso desde la sexualidad, incrementa el
nivel vibratorio atómico molecular, llevando esa energía por el canal
serpentino expandiendo la conciencia, y alcanzando una esfera desconocida en
este mundo tridimensional.
Egipcios e Hinduismo.
-Para los espiritualistas, y diferentes religiones como el
budismo, hinduismo, e incluso el catolicismo, (digo el catolicismo porque en su
sede del Vaticano hay un gigantesco monumento del coco de pino en una de sus
plazas), es el lugar donde se encuentra nuestra espiritualidad y conciencia, en
el yoga o reiki es el sexto chakra y en las religiones el Tercer Ojo es por eso
que por ejemplo que Buda tenia un peinado en forma del coco de pino y en muchas
imágenes al igual que Krishna tienen un punto rojo entre medio de las cejas, o
como el en las mujeres hindúes que también tienen este punto.
-Para los antiguos egipcios y para muchas culturas antiguas como
los Sumerios por ejemplo fue muy importante esta glándula ya que encontraban el
umbral hacia otros mundos y dimensiones de hecho antes de morir en cualquier
persona la Glándula Pineal es donde genera más elementos alucinógenos desde
esta glándula es el momento previo de la muerte y así entrar al otro lado.
-
Una forma de activarla es en la meditación , si meditas todos los días, si
rezas todos los días a Dios, al Ser Supremo o a la Fuente Divina, a la
energía Universal, esta glándula se activará. Fúndase con el Universo,
con el Cosmos y con su Creador. Aléjese de los sentimientos hipócritas y
lleve una vida lo más honesta posible, sobre todo consigo mismo, y encuentre el
equilibrio.
sábado, 11 de diciembre de 2021
El mago que olvido su poder
La princesa rosa se cansó. Se cansó de elegir vestidos que la hicieran ver hermosa, de ponerse maquillajes insoportables con tal de que la aceptaran, de comportarse de acuerdo con lo que los demás esperaban de ella, se cansó de fingir amabilidad cuando estaba enojada, alegría cuando estaba triste y entusiasmo cuando se sentía mortalmente aburrida.
Se cansó de hacer interminables esfuerzos para ser perfecta, todo por la posibilidad de encontrar su príncipe azul perfecto, un príncipe que nunca apareció. Salió del castillo siendo ella, vistiendo como ella, opinando como ella, sintiendo como ella; como una mujer, como cualquier mujer, y entonces lo encontró. No era un príncipe azul, era sólo un hombre como cualquier hombre, un hombre común.
jueves, 9 de diciembre de 2021
Cuentos y fábulas de Buda - La leyenda de Mahaduta Capítulo 17
Amabilidad y generosidad aseguran un futuro feliz.
Pandúse convirtió de nuevo en un hombre rico, incluso más rico de lo que nunca antes había sido. Sin embargo, ahora estaba más interesado en dar dinero que en ganarlo, y dejó que sus hijos se encargasen de los negocios. Hizo lo mejor que pudo para enseñarles que la prosperidad conseguida de modo fraudulento no es duradera, y que si son generosos y amables se asegurarán un futuro feliz. Su muerte llegó de un modo pacífico a una edad avanzada. Cuando se dio cuenta que su muerte estaba cerca, llamó a sus hijos, hijas y nietos junto a su lecho y les dijo:
—Queridos niños, si en el futuro algo malo pasa en vuestras vidas, no culpéis a otros, incluso si parece que son la causa de vuestra desgracia. Mirad dentro de vosotros mismos. Mirad donde habéis sido orgullosos, codiciosos, avariciosos, o rudos. Cambiad las faltas dentro de vosotros mismos, pues es algo que siempre tenéis el poder de hacer. Si el cambio parece que está más allá de vuestras posibilidades, buscad la ayuda de vuestro maestro, y rezad a los Budas y Bodisattvaspara que os ayuden. Una vez cambiadas vuestras faltas, la buena fortuna y felicidad regresarán de un modo natural. Y cuando lleguen no las guardéis para vosotros solos, compartidlas. Entonces nunca se agotarán. Recordadme por el siguiente verso que el Venerable Naradame enseñó cuando lo conocí por primera vez:
Aquel que causa daño a otros se daña a sí mismo;
Aquel que ayuda a otros se ayuda a sí mismo aún más.
Para encontrar el Camino puro, el Sendero de Luz,
Abandona la falsedad de que tienes un ego—.
martes, 7 de diciembre de 2021
Cuentos y fábulas de Buda - La leyenda de Mahaduta Capítulo 16
Panthaka canceló su peregrinaje y volvió a Kaushambi. Fue inmediatamente a la casa de Pandúa decirle lo que había pasado. Con una escolta de hombres armados, Pandú volvió a las montañas. Los hombres de Mahaduta ya se habían ido. La bolsa de Pandú estaba escondida exactamente donde Pandú había dicho, y la corona estaba allí, intacta.
Panthaka fue con ellos, y después de haber incinerado el cuerpo de Mahaduta y recogido sus cenizas en una urna, Panthaka lideró a la gente allí presente en la recitación de Sutras y mantras. Habló brevemente del poder del karma y del incluso mayor poder de arrepentimiento y reforma. También recitó los siguientes versos:
Nadie puede salvarnos excepto nosotros mismos.
Nuestra fuerza es mayor que la fuerza derivada de otros. Nosotros mismos debemos andar el camino de la Iluminación Correcta,
Con Buda como nuestro gran maestro y guía.
—Nuestro Anciano Maestro Narada—Panthaka continuó
—, siempre nos recordó que nosotros solos somos responsables de nuestras propias acciones, y que somos responsables de lo que nos pasa como resultado de esas acciones. Ningún dios u otro ser nos van a recompensar o castigar. Nos recompensamos a nosotros mismos, y nos castigamos a nosotros mismos. Todo surge de la mente, y por lo tanto, el mundo es exactamente como nosotros lo creamos. Este hombre, Mahaduta, a quien hoy hemos cremado y enterrado sus cenizas, llevó una vida de maldad, guiado por malos pensamientos, nunca feliz. Pero al final cambió. Su arrepentimiento y votos de reforma conmovieron al mismo Buda, quien apareció frente a él y lo bendijo. Su vida terminó con una acción de perdón y murió feliz. Todos nosotros podemos aprender de su ejemplo, pues ninguno de nosotros carece de faltas. El karma nos conecta a todos como una tela de araña creada por nosotros mismos. Y al mismo tiempo, todos somos capaces de liberarnos mediante un arrepentimiento sincero.
Panthaka hizo que en la tumba donde se depositó la urna con las cenizas de Mahaduta se inscribiese el siguiente epitafio en una losa:
Aquí yace Mahaduta, salteador de caminos.
Vivió rodeado de violencia; y la violencia trajo su perdición.
Al final, arrepentido, devolvió los frutos de sus robos,
Y prometió andar el Camino Correcto.
El Buda le sonrió y certificó su transformación.
¡MahaPrajñaParamita! La losa junto al paso de la montaña acabó siendo conocida como la tumba del ladrón arrepentido, y años después un altar fue construido a su lado. Allí los viajeros y peregrinos se postraban a Buda y rezaban para tener un buen viaje y para la conversión de los hombres malvados.
sábado, 4 de diciembre de 2021
Cuentos y fábulas de Buda - La leyenda de Mahaduta Capítulo 15
Tras arrepentirse sinceramente, Mahaduta murió en paz.
—El arrepentimiento de Kandatano fue sincero —dijo Panthakaa Mahaduta—. No se reformó. El hilo de araña hubiese aguantado, porque un pensamiento generoso tiene la fuerza suficiente para salvar la vida a miles. Pero Kandata rompió el hilo. Él todavía se aferraba a la ilusión de su ego, y sus malos hábitos eran muy fuertes. No estaba dispuesto a ayudar a nadie más. Incluso el Honrado por el Mundo no lo pudo salvar.
—Déjame pensar a ver si puedo encontrar un hilo que me ayude a mí —dijo Mahaduta llorando—. Si hay algo bueno que pueda hacer, no me lo guardaré para mí.
Los dos hombres permanecieron en silencio durante un rato. Mientras, Panthaka lavó las heridas de Mahaduta. El jefe de los ladrones respiraba ahora más tranquilo. Al final dijo:
—Hay una cosa buena que hice una vez, si se puede llamar bueno a parar de hacer algo malo.
—Sí que se puede —dijo Panthaka.
—Sí, hay una cosa buena que todavía puedo hacer. ¿Conoces por casualidad a Pandú, el rico joyero de Kaushambi?
—Soy de Kaushambiy lo conozco bien —dijo Panthaka—. Aunque él ya no es rico.
—¿No? Siento oír eso. ¡Qué raro! Debería estar contento, pues él fue quien me enseñó a ser rudo y a maltratar a la gente. Cuando era un esclavo joven, él me envió a aprender a pelear con un luchador, para así poder ser su guardaespaldas. Siempre que abusaba de alguien, él me recompensaba. Su corazón era duro como una roca. Una vez hizo que me apalearan, y fue entonces cuando escapé a las montañas.
Pero me han dicho que ha cambiado, y que ahora se le conoce en todos los sitios por su amabilidad y benevolencia. Es algo difícil de imaginar. ¿Es eso cierto Maestro de Dharma?.
—Sí, es cierto —dijo Panthaka—. El poder del arrepentimiento sincero es realmente inconcebible, y nunca deja de sorprenderme.
—Muchas veces planeé vengarme de ese hombre —Mahaduta continuó—. Lo iba a torturar del mismo modo que él me torturó a mí.
Cuando finalmente cayó en mis manos, al ver su cara, yaciendo indefenso en la carretera, apretando sus joyas contra su pecho, resignado a morir, no lo pude hacer, Maestro de Dharma. Sentí como si fuese a torturar a mi propio hermano.
—Todos los hombres son hermanos —dijo Panthaka—. Cada hombre ha sido tu padre en una vida pasada y cada mujer tu madre. Y con este hombre, tu tienes afinidades especialmente fuertes, para bien y para mal.
Mahaduta asintió:
—Debe ser así. Ese día lo despojé de sus joyas y su oro pero dejé que él y sus hombres se fueran.
El oro se lo di a mis secuaces para que no protestasen por dejarlos escapar vivos. Pero sus joyas todavía las tengo escondidas en una grieta en mi cueva. Por alguna razón no he podido deshacerme de ellas.
No era sólo cuestión de que una corona como esa es difícil de vender. Sentí que tenía que guardarla para algo. No sabía para qué. Ahora me alegro de haberlo hecho. Mahaduta paró un momento y se giró hacia Panthaka:
—Concédame un último favor, Maestro del Dharma.
Mi cueva está tras un cedro muy alto que hay junto al riachuelo media milla por encima de nosotros.
Podrá ver la parte más alta del cedro desde el camino. La corona de Pandúy sus joyas están en una ranura vertical justo a la izquierda de la entrada. En la ranura, vaya recto y después hacia arriba y a la derecha. ¿Puede recordarlo?
—Sí —contestó Panthaka.
Mahaduta continuó:
—Pero no vaya solo. Dígale a Pandúque reclute treinta hombres armados. Mis hombres son pocos y sin mí carecen de coraje. Pandú podría vencerlos fácilmente. Dígale a Pandú que lo siento, y que deseo que recupere todas sus riquezas de nuevo. Deseo para todos los hombres riqueza y felicidad, toda la riqueza y felicidad que les he robado. Si vivo, o en mi próxima vida, hago el voto de ser como Usted, Venerable Maestro del Dharma, y servir de ayuda a los hombres atrapados en la red de sufrimiento que ellos mismos han creado con sus estúpidas acciones.
Exhausto, Mahaduta se reclinó. Ya no sentía ningún dolor en sus heridas, pero su vida se extinguía. De repente, una gran sonrisa apareció en su cara. Levantó su mano apuntando hacia arriba y exclamó:
—¡Mire! El Buda está allí en su asiento, a punto de entrar en el Nirvana. Sus discípulos, los grandes Arhates, están junto a Él ¡Mire! ¡Me está sonriendo!
La cara de Mahaduta brillaba de felicidad.
—¡Qué bendición más maravillosa que Él viniese al mundo!
—Sí, fue una bendición—dijo Panthaka—. Apareció en el mundo debido a su compasión hacia todos los seres vivos, para instruirnos en lo más importante: el problema de la vida y la muerte. Nos enseñó a despertar al sufrimiento de este mundo, y nos enseñó que el deseo egoísta es la fuente de todas las penalidades.
Nos enseñó el Camino Correcto para poner fin a nuestro sufrimiento. Nos enseñó moralidad, concentración y sabiduría para eliminar nuestra codicia, enfado e ignorancia. Él mismo, a través de muchas vidas de cultivación y renunciación, puso fin a sus propios deseos, y con amabilidad, compasión, alegría y generosidad se ofreció a nosotros como ejemplo. Si todos los hombres y mujeres pudiesen tomar refugio con Él, este mundo no sería el sitio pobre y peligroso que es ahora.
Mahaduta asintió. Bebió de las palabras del monje como un hombre sediento a quien se le ofrece agua fresca. Intentó hablar pero no podía continuar. Panthaka comprendió lo que quería y le administró los Tres Refugios, para que él también pudiese ser un discípulo de la Triple Joya. Panthaka le repitió los Cuatro Grandes Votos del Bodisattva:
Los seres vivos son innumerables; yo hago el voto de salvarlos a todos.
Las aflicciones son inacabables; yo hago el voto de extinguirlas todas.
Las Puertas al Dharma son incontables; yo hago el voto de penetrarlas todas.
El Camino a Buda es insuperable; yo hago el voto de completarlo.
También repitió tres veces el verso de arrepentimiento del Bodisattva:
De todas las maldades que he cometido en el pasado,
Causadas por codicia, odio y estupidez sin límites,
Y producidas con el cuerpo, la boca y la mente,
Yo ahora me arrepiento y reformo.
Y el siguiente verso:
Las ofensas surgidas de la mente serán arrepentidas en la mente.
Cuando la mente se extingue, las ofensas se desvanecen.
Con la mente desvanecida y las ofensas extinguidas, ambas vacías.
A esto se le llama el verdadero arrepentimiento y reforma.
Cuando Panthaka estaba recitando, Mahaduta exhaló por última vez.
Murió con una sonrisa en su rostro.
jueves, 2 de diciembre de 2021
Cuentos y fábulas de Buda - La leyenda de Mahaduta Capítulo 14
Un pensamiento egoísta rompió el hilo de la araña.
—No desesperes —contestó Panthaka—. Y no infravalores el poder del arrepentimiento y la reforma. Recuerda que un único pensamiento sincero de arrepentimiento puede borrar diez mil eones llenos de maldades.
Por ejemplo, ¿has oído hablar del gran ladrón Kandata, que murió sin arrepentirse y cayó a los Infiernos Ininterrumpidos? Después de haber sufrido allí durante varios eones, el Buda Sakyamuni apareció en el mundo y obtuvo la iluminación bajo el árbol de Bodhi. Los rayos de luz que en ese momento salieron de entre sus cejas penetraron en los infiernos e inspiraron a los seres que allí sufrían a tener esperanza y a buscar una nueva vida. Mirando hacia arriba, Kandata vio al Buda meditando bajo el árbol de Bodhi y exclamó:
—¡Sálvame, sálvame, Tú, Honrado por el Mundo! Yo estoy sufriendo aquí por todas las maldades que he cometido, ¡y no puedo salir! ¡Ayúdame a andar el Camino que tú has caminado, Honrado por el Mundo!
Buda miró hacia abajo y vio a Kandata.
—Te guiaré en tu liberación —dijo al ladrón—, pero debe ser mediante el uso de tu propio buen karma. ¿Qué cosas buenas hiciste, Kandata, cuando estabas en el mundo de los hombres?
Kandata permaneció en silencio, pues había sido un hombre muy cruel.
Pero el Honrado por el Mundo, con su ojo de Buda, miró en el pasado de Kandata y vio que una vez, cuando iba caminando por un sendero en el bosque, evitó pisar una araña y pensó:
―La araña no ha herido a nadie, ¿por qué habría de aplastarla?‖ Al ver esto, el Buda envió una araña para que tejiese un hilo muy fino que bajase a los Infiernos Ininterrumpidos.
—Sujétate al hilo —dijo la araña—. ¡Y date prisa en subir!
Kandata se apresuró a coger el hilo y empezó a subir. El hilo aguantaba bien. Subía rápido, cada vez más alto.
De repente notó que el hilo temblaba, como si un nuevo peso hubiese sido añadido. Kandata miró hacia abajo y vio que otros seres de los infiernos habían empezado a trepar también por el hilo.
El hilo se estiraba cada vez más, pero sin romperse. Más y más seres del infierno se aferraban al hilo. Kandata ya no miraba a Buda, en su lugar, lleno de miedo, miraba a los otros seres del infierno que subían por debajo de él. Paró de subir. ―¿Cómo puede este hilo soportar el peso de todos?‖, pensó.
—¡El hilo es mío! —gritó hacia abajo—. ¡Soltadlo! ¡Soltadlo! ¡Es mío!
Inmediatamente el hilo se rompió y Kandata y el resto cayeron otra vez a los infiernos.