Un afeminado había llevado a su casa a un homosexual y éste, habiéndolo volteado al suelo, se puso a cumplir con su oficio. En aquel momento vio que un puñal sobresalía del cinturón de su víctima consentidora.
"¡Oh, lindo mío! dijo, ¿qué significa ese puñal?"
El otro respondió:
"Si alguien
tuviese perversas intenciones hacia mí, le abriría el vientre con él."
El homosexual
respondió:
"¡Gracias a
Dios, yo no he caído en esa trampa!"
Cuando no tienes
dignidad, ¿de qué te sirve un puñal? Posees un barco mercante, pero ¿dónde
encontrarás un marino como Noé para pilotarlo? Quieres reconfortar a los
atemorizados, pero tú tiemblas aún más que los demás.
¡Oh, afeminado! Estás a la cabeza del ejército, pero tu miembro desmiente el orgullo de tu barba. Mientras que el miedo habite en ti, ese bigote y esa barba no te atraerán más que rechiflas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar y hacer más grande esta página.