En el proceso evolutivo de nuestra alma no existe un camino trazado que marque un rumbo fijo ya que todo en el universo, es impermanente.
Existe un proceso evolutivo que realizamos vida tras
vida, es así que en cada experiencia vamos alcanzando “estados” de conciencia”, y
sólo para que la mente dual lo interprete alcanzamos “niveles “, y en esos
estados de conciencia permanecemos alerta a todo lo que sucede, tanto
dentro como fuera de uno mismo, simultáneamente. Prendemos la luz de la
conciencia, eso es el
despertar.
La conciencia se desarrolla pasando por diferentes
estados. Estos son: el instinto, las emociones, el pensamiento (concreto y
abstracto), la conciencia de sí, la conciencia de unidad, la conciencia de Ser.
En este artículo me referiré sólo a la Conciencia de Unidad.
¿Qué significa la conciencia de unidad?
La Conciencia de Unidad es el último estado en el proceso
evolutivo de la conciencia. Es la percepción de que no hay separación, que somos parte de
un todo. La mente no crea separabilidad pues es todo contenido
en ese estado de conciencia.
¿Y cómo es que la mente regularmente separa la conciencia?
“Cuando un hombre piensa en aquello que percibe,
necesariamente se siente separado de ello. Es decir, lo concibe como algo externo
a él mismo.
Es así como ‘el pensador’ queda separado y
fragmentado en ‘yo’, y concibe lo demás como ‘no yo’. Cuando se activa el
pensamiento, inmediatamente, surge la fragmentación. Esta fragmentación está
formada precisamente por el ‘pensador’ en un extremo y por ‘lo pensado’ en el
otro. El pensamiento y el pensador no son dos actividades diferentes y
separadas sino sólo una. Tan pronto el pensamiento se detiene, el pensador se
diluye junto con él y, por lo tanto, la sensación de fragmentación que produce.
En el momento que el pensamiento se detiene y el hombre
permanece absolutamente alerta, se presenta la vivencia de unidad, el
eterno presente porque es intemporal.
Como no hay separación, no hay muerte y nacimiento, no
hay bien ni mal, no hay objeto y sujeto, porque se desvanece la identidad, No
existe el yo separado, es una ilusión, si existe una identidad suprema, el
Todo. Podemos percibir
que no existe el tiempo porque no existe ni pasado ni futuro.
La conciencia de unidad es un estado de alerta percepción.
En el cual se produce la sensación de unión con lo
percibido; se produce la sensación de “todo es uno”. La conciencia de unidad
implica la ausencia de pensamiento para poderse presentar, ya que, esté separa
al pensador de lo pensado, al observador de lo observado. Es así como la mente queda
silenciosa, cristalina como el agua. Y en este estado de
transparencia “el que percibe” y “lo percibido” se diluyen, para sólo quedar en
su lugar, “el percibir”. El observador y lo observado se hacen uno cuando la percepción
es alerta y el pensamiento está ausente.
Ken Wilber dice sobre la conciencia de unidad: “el presente es un momento sin límites
espaciales o temporales y por eso los místicos abrazan al tiempo en su
totalidad. Entonces, la conciencia de la unidad es el ahora eterno. Uno no
tiene experiencias presentes, uno es las experiencias presentes. No hay delante
de uno ni detrás. Y uno no tiene donde quedarse, a no ser en el presente
intemporal, en la eternidad.”
Cuando ese estado ha madurado, entonces ese hombre tiene
una calidad diferente al hombre común y corriente. Ese hombre se sienta en un
jardín y entonces, empieza con su propia conciencia a ver el mundo que le
rodea. Y al verlo con profunda atención, hay un momento en el cual la
conciencia no puede separarse de aquello que está percibiendo: se empieza
a experimentar sumamente unido a todo.
Si esta conciencia de unidad madura y llega a un clímax
profundo, ya no solo me experimento unido al exterior, sino que me hago uno con
el exterior: soy el árbol, soy el pájaro que vuela, soy el agua que cae, soy
los niños que ríen, lo soy.
¿Pero cómo vas a
experimentar esa unicidad con todo lo que percibes?
Esto se logra porque no hay una actividad mental, como el
pensamiento que me esté separando de aquello que percibo y me informe: “ese es
un señor”, “ese es un árbol”, “esa es un ave”, “ese es el sonido de una
máquina”. Pero cuando estoy en este estado de absoluta contemplación, con plena
conciencia del exterior, no hay un fenómeno de separación entre el sujeto y el
objeto. Entonces me experimento unido; empieza una sensación de que todo es una
sola cosa. Todos
estamos unidos y culmina este estado como único: YO SOY Todo eso. Es
un estado avanzado.
El primer estado para alcanzar la conciencia de ser Absoluto
es permanece atento y despierto y te darás cuenta de que “yo soy yo” de que
“eso es eso”. En este primer estado no me puedo separar del árbol, pero hay una
clara consciencia de que “yo soy yo” y de que “eso es eso” (el árbol). En este
primer estado no me experimento siendo uno con el árbol. Pero si lo sigo
observando en perfecto estado de absoluta atención y conciencia, llega un
momento en que se pierde la referencia de “yo soy yo” y de que “eso es eso” y
me empiezo a experimentar tan unido al árbol que finalmente me hago uno con el
árbol. Es decir, que obtengo la conciencia de ser el árbol sin confusión
de ningún tipo.
La conciencia es como una luz que cuando alumbra algo no
te separa de ello, sino que te une a ello, mientras que la mente y sus
pensamientos te separan. No son los sentidos, sino los contenidos de la mi
mente lo que te separa. Son tus propios pensamientos los que te informan: no, tú estás aquí sentado y ese árbol
está ahí. Luego entonces, tú estás aquí y el árbol está separado de
ti. Eso es lo que te informan tus propios pensamientos. Pero, en el estado de
mi conciencia perfectamente despierta, eso no es real. No me puedo separar
de lo que percibo, me experimento unido y me empiezo a fundir con todo, o a
unir con todo.
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