Los desafíos son parte de la vida y eso no quiere
decir que no podamos transitar por ella con una conciencia de
bienestar, plenitud y agradecimiento. Aprender a detectarlos desde un
estado consciente, posteriormente aceptarlos y reconocerlos, y finalmente
accionar para poder trascenderlos es algo así como la fórmula que te conduce a
tu maestría interior.
En cada desafío que experimentamos existe un potencial
de luz, depende de nosotros lograr esa iluminación o no.
Existen dos formas de transitar por la vida, y con
todos sus condimentos, uno es en un estado de adormecimiento, que
indefectiblemente nos llevará por un sendero sinuoso de angustias y tristezas,
y otro es en un estado de despertar interior permanente, es en éste
último donde tenemos la posibilidad de crecer, ganar en
bienestar e ir logrando un estado de maestría interior utilizando tu
vida como tu gran maestra.
Aprender a ver las dificultades internas como
una oportunidad de trascendencia es una buena elección de vida
que nos permite tener una perspectiva positiva de las cosas.
Cuando comprendemos esto nos sumergimos en un sendero
de crecimiento que funciona como una espiral evolutiva, donde cada aprendizaje
ganado nos ayuda ascender a un nuevo circulo concéntrico de conciencia,
logrando mayor sabiduría y una visión más amplia de la realidad,
así es como logramos la maestría interior.
En definitiva, la gran experiencia de la encarnación
humana consiste en aprender a trascender los desafíos de nuestra vida cotidiana
con éxito.
Te propongo el siguiente ejercicio cuando experimentes
una crisis
Busca un lugar tranquilo y simplemente medita
respirando suave y profundo hasta que encuentres calma interior. Ahora en este
estado de calma visualiza tu situación simplemente eso sin juzgarla. Luego
conecta con la sabiduría de tu corazón y expresa tu voluntad de deseo de
trascendencia y aprendizaje.
Ten certeza que si sostienes la energía poco
a poco encontrarás los caminos que te conduzcan a la trascendencia para
alcanzar tu maestría interior en tu vida.
Finalmente, nunca olvides que existen ayudas externas
como las terapias o talleres que nos facilitan herramientas para hacer que éste
camino sea más fácil, a veces solos no podemos.
¡Deseo que te sirva, te envío un cálido saludo!
Por Lucas Elizalde
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