viernes, 3 de noviembre de 2017

“TODO CUANTO NECESITAS ESTÁ EN TI” - Fun Chang (11)

No puedes vivir en el pasado, ni en el futuro, sino en el presente.
Cualquiera que sea la situación, utiliza los instrumentos que están a tu disposición, usa tus manos, tu inteligencia y tu fuerza.
– Pero yo no tengo ningún instrumento, dijo el emperador, ni siquiera puedo construirme una casa.
- El viejo Sabio sacudió la cabeza:
-El temor y el miedo han aumentado tu ignorancia. Tus instrumentos son todo lo que necesitas para que un trabajo se realice, lo cual puede ser una palabra o una sonrisa. Tus instrumentos son tu capacidad de comprender que donde te encuentras en este momento es donde debes estar y no en otro lugar o en otra situación.
Utiliza cada momento.
-¿Qué habría ocurrido si hubiera muerto?, preguntó el emperador.
-¡Qué pregunta más tonta, dijo el Sabio; en ese caso yo no estaría hablándote y tú no tendrías problemas! Alguien vendría, tomaría China en sus manos y tú te irías con tus antepasados.
El emperador anduvo por el jardín con las manos a la espalda, mirando pensativamente al suelo. Se volvió hacia el Sabio y dijo:
-Poco importa por qué estoy aquí, tengo un trabajo que hacer.
–Está bien, dijo el Sabio.
–Poco importa a dónde voy, siempre doy un paso después de otro. -¡Está bien!
El emperador avanzó lentamente un poco más lejos.
-¿Cómo puedo actuar, qué instrumentos puedo emplear?
El Sabio le respondió:
-Durante estos últimos minutos has recorrido una distancia de nueve metros. ¡En esos nueve metros has encontrado muchos instrumentos!
El emperador le miró:
-¿De veras? Entonces se volvió, miró el pequeño camino que serpenteaba por el jardín. ¿Instrumentos?... Se volvió otra vez y comenzó a mirar a izquierda y a derecha. ¡Muéstramelos¡
-Hay frutos en los árboles para alimentarte, dijo el Sabio.
¡Ah, sí!, exclamó el emperador.
Agua para refrescarte.
¡Oh, sí! volvió a exclamar el emperador; entonces volvió a mirar y dijo: -
Madera y piedras para construir.
¡Muy bien!, dijo el Sabio.
El emperador veía pájaros, insectos, la vida que susurraba en todas partes.
Iba de acá para allá, excitado, observando esas cosas de todos los días, que se daba cuenta que podía aprovechar.
– Empiezas a comprender, dijo el Sabio. Utiliza lo que está ahí. La mayor parte de las personas no ven nunca eso. Pasan por la vida buscando siempre algo diferente, atraviesan la existencia persuadidos de que su objetivo está mucho más lejos, cuando a su alrededor se encuentra todo lo que necesitan para alcanzar su meta.
– Un momento, dijo el emperador, no comprendo.
– Es fácil, dijo el Sabio, si quieres conseguir una pared, ¿qué necesitas? –
Piedras, contestó el emperador.
– Bien, ¿dónde están?
– Están ahí, a mi alrededor. ¡Bueno, pues empieza a construir!
– Pero para mover esas piedras necesito herramientas!
– Acabas de pasar al lado de algo a lo largo del camino, dijo el Sabio.
El emperador volvió sobre sus pasos y encontró un madero que podía ayudarle a levantar las piedras.
– Además de piedras necesitaré arena, agua y arcilla para hacer cemento.
– Bueno, todos esos elementos están a tu disposición, replicó el Sabio; junto al riachuelo hay arcilla y arena.
El emperador se dirigió allí y trajo todo lo que necesitaba.
– Ahora , continuó el Sabio, tienes todos los instrumentos necesarios para hacer una pared.
– ¿Lo que quieres decir es que si miramos a nuestro alrededor y se utiliza lo que hay de una forma completa, no hay entonces más que reunir los elementos necesarios, que no hay necesidad de correr por todas partes para encontrarlos porque todo está aquí?
- Sí, dijo el Sabio.

Cada hombre y cada mujer tienen capacidad para ver, percibir y ser uno con toda la vida, si son conscientes de todo lo que les rodea, hierba, flores, y piedras. Eso no se aprende encerrándose en un laboratorio o en un monasterio, ni limitándose a seguir un solo camino, no viendo la realidad más que por un solo prisma, de una sola forma. 

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