pared. Lo sacudió y le dijo:
"¡Oh, borracho! ¿Qué has bebido para verte en este
estado?"
El otro respondió:
"¡He bebido lo que había en esta cántara!"
- ¿Y qué había en esa cántara? - ¡Lo que he bebido!
-Pero eso es justamente lo que te pregunto: ¿Qué has bebido? -
¡Lo que había en esta cántara!
- ¡Escucha! dijo el transeúnte, ¡levántate y ven conmigo! ¡Te llevo
a la cárcel
porque estás borracho!
- ¡Déjame ya tranquilo!
- ¡Vamos, levántate y sígueme a la cárcel!
Entonces el borracho exclamó:
"¡Pero, bueno, si tuviera fuerza para andar, volvería a mi
casa!"
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