Somos parte de un Todo, cualquier separación
que hagamos es una ilusión y una metáfora útil para ayudarte a comprender.
Tienes un centro de cristal, un centro
crístico, una chispa divina que te engalana, esa chispa Soy Yo en ti.
Conteniendo este centro de cristal, está tu
cuerpo que no sólo lo moviliza, sino que además lo lleva al mundo concreto.
Mi más alta intención eres tú, la coordinación
entre ambos es tu mente ¿ves que importante es esa mente que algunos se han
afanado en desprestigiar y han pasado vidas completas intentando acallar?
El cuerpo es la antena que te permite captar
cuando la coordinación entre mente y centro crístico está desfasada y alejada
de Mi intención, lo cual sucede cuando la mente saca conclusiones respecto a lo
que Yo quiero manifestar.
Cuando la mente funciona en armonía con Mi
intención el cuerpo vibra y salta de alegría, si por el contrario tus pensamientos
y por lo tanto tus acciones desarmonizan con Mi intención, entonces el cuerpo
chirrea enfermándose.
Podríamos decir que tus sentimientos son el
canto que se produce cuando tu mente intenta coordinarse Conmigo. Si esa
canción es dulce y alegre Mi más alta intención ha sido llevada a cabo, si esa
canción es amarga y triste, te estás alejando de mí.
¡Bendito regalo te ha sido dado!
Por este motivo no se puede enseñar a ser
feliz, la felicidad es la conclusión, única y eterna, respecto de quién eres.
¿A quién está escuchando tu mente cuando tus
emociones son un canto amargo? A mí no, tenlo por seguro, pues tu bien es el
mío y nunca te llevaría al sufrimiento.
Cuando en vez de escuchar-Me, escuchas
creencias transitorias que fueron solidificas en verdades absolutas y universales,
entonces tu cuerpo reacciona mostrando la
desarmonía. Estas creencias, aceptadas como
verdades, comprenden no sólo las buenas costumbres, sino la definición de lo
que debes y no debes hacer, lo que debes y
no debes sentir, lo que debes y no debes
pensar. De quién eres y de quien Soy.
Hagas lo que hagas, pienses lo que pienses,
digas lo que digas, eres mi bien amado. Mis brazos te rodean y mi corazón se
regocija al sentir como despiertas.
La mitad del sufrimiento de la humanidad se
curaría al instante si tan sólo algunos pocos comprendieran la verdadera dimensión
de vuestro valor, ese día pensarás,
sentirás y harás sólo una cosa: ¡Llevar a cabo
el plan que juntos hemos diseñado, que es manifestar el AMOR!
Conversaciones con mi Ser Superior – Jascha