Tú has definido lo que significa ser una
persona espiritual, te has llenado de deberes y formas auto impuestas que,
según tú, representan tu deseo de volver al Padre, has recolectado una serie de
reglas enseñadas por alguna religión, por lo que has escuchado, por lo que has
concluido, por lo que has leído, por lo que te han enseñado.
Si fueras espiritual entonces no debieras
emitir juicios, no te deberías enojar ni dejar llevar por tus emociones,
deberías estar al servicio, ser un sanador, sonreírle a todos los que crucen tu
camino, sentarte a meditar en las mañanas y no olvidar ningún día tus
ejercicios energéticos. Si tú fueras espiritual, deberías tener un halo de paz
que los demás identificasen, tu casa debiera oler a incienso y tus ropas tendrían
que ser étnicas, deberías amar al planeta y reciclar los recursos. Si tú fueras
espiritual tus relaciones deberían fluir armónicamente, tu cuerpo debería
exudar salud y energía, etc., etc., etc.
Querido mío te tengo noticias, tú ERES un ser
espiritual independiente de lo que hagas, cada acto de tu vida es sagrado,
porque es la experiencia del Creador encarnado, deja de colgarte los “deberías”
y comienza a comprender la magnitud de tu experiencia. No hay una línea
fronteriza que separe lo espiritual de lo material. ¿De dónde has sacado tan extraña
idea?, ¡Como si tu esencia pudiera encerrarse tras una cortina metálica!, como quien cierra un
negocio de verduras.
TÚ ERES un ser espiritual, hagas lo que hagas,
tu esencia es la creadora de esa realidad concreta, a la cual apelas para decir
que no tienes tiempo ni espacio para ser espiritual.
¿Por qué te causa tanto temor reconocer quién
eres?
Transforma cada acto de tu vida, por cotidiano
que te parezca en una comunión con la Fuente, regocíjate de estar vivo ¡No
tienes idea del honor que eso conlleva!
Muchos maestros te han dicho que en tu
respiración tienes la posibilidad de conectarte con tu divinidad, tú has inventado
mil formas de respirar, muchas de ellas incómodas e insostenibles en medio del
ajetreo diario que tu forma de vivir te impone, respirar es VIVIR, estar vivo
es estar con Dios, es así de simple. Sólo recuérdalo que cada vez que respiras con o sin conciencia, con
dos, tres o cuatro tiempos, desde la garganta, desde el estómago o desde lo pies,
aire puro, contaminado o enrarecido en el encierro de una oficina.
Cada vez que respiras estás siendo honrado,
acompañado y protegido.
Deja de pensar que la espiritualidad te
llegará de regalo cuando realmente practiques todo lo que has leído, cuando lleves
a tu vida diaria todos lo que has aprendido en los talleres a los cuales has asistido, cuando ya
no tengas obligaciones materiales con tus seres queridos, deja todas esas
absurdas ideas y comienza a abrazar con amor y honor cada acto de tu extraordinaria vida, cada
emoción que en tu cuerpo palpita, cada mirada que se posa en tu genial creación,
que es MI CREACIÓN.
El Creador no se ha equivocado contigo, ¡TÚ
ERES DIVINO Y ESTAS VIVIENDO LA MAGIA DE CO-CREAR!
Si quieres meditar, medita; si quieres
respirar pausado, hazlo; si quieres escuchar música New Age, escúchala; si sientes
la llamada al servicio, hazlo; si quemar incienso te ayuda a estar tranquilo,
quémalo; si quieres practicar rituales, practícalos. Todas son maravillosas
formas de aquietarte y centrarte en ti mismo y te ayudarán a recordar quién eres, pero si no hicieses nada de eso,
si no hicieses nada de nada, no dejarías de ser ni por un momento mi BIEN AMADO.
Conversaciones con mi Ser Superior – Jascha
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