jueves, 31 de diciembre de 2015

Cuentos Sufís de Rumí

EL ARCO
Un guerrero, armado de la cabeza a los pies, dirigía su caballo hacia el bosque. Al verlo llegar, tan altivo, un cazador se asustó. Tomó una flecha y tensó su arco. Al verlo así, dispuesto a disparar, el caballero le gritó:
"¡Detente! No te fíes de las apariencias. La verdad es que soy muy débil. Cuando llega la hora del combate, estoy más asustado que una vieja."
El cazador le dijo entonces:
"¡Vete! Afortunadamente, me has advertido a tiempo. ¡Si no, habría disparado contra ti!"
Las armas son, para muchos, la causa de la muerte. Puesto que tú eres miedoso, abandona tus flechas y tu espada.

sábado, 26 de diciembre de 2015

26 cuentos para pensar Jorge Bucay

EL ELEFANTE ENCADENADO
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: Cuando tenía 5 o 6 años me preguntaba ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

lunes, 21 de diciembre de 2015

Cuentos Sufís de Rumí

EL CAMELLO PERDIDO
En el momento en que la caravana ha llegado para hacer un alto, se te ha
perdido tu camello. Lo buscas por todas partes. Finalmente, la caravana sale de nuevo sin ti y cae la noche. Toda tu carga ha quedado en el suelo y tú preguntas a todos:
"¿Habéis visto mi camello?"
Incluso añades:
"¡Daré una recompensa a quien me dé noticias de mi camello!"
Y todo el mundo se burla de ti. Uno dice:
"¡Acabo de ver un camello de pelo rojizo y muy gordo! ¡Se fue en esa dirección!"
Otro:
"¿No tenía tu camello una oreja rota?"
Otro:
"¿No había una manta bordada en la silla?"
Otro más:
"¡He visto irse por allí un camello con el ojo reventado!"
Así, todo el mundo te da una descripción de tu camello con la esperanza de aprovecharse de tu largueza. En el camino del conocimiento, son numerosos los que evocan los atributos de lo Desconocido. Pero tú, si no sabes dónde está tu camello, sí que reconoces la falsedad de todos estos indicios. Encuentras incluso a gente que te dice:
"¡También yo he perdido mi camello! ¡Busquemos juntos!"
Y cuando por fin viene alguien que te describe realmente tu camello, tu alegría no conoce límites y haces de ese hombre tu guía para recobrar tu camello.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Cuentos Sufís de Rumí

MIEDO
Después de haber vertido mucha sangre, unos guerreros turcomanos
saquearon un pueblo. Capturaron a dos campesinos y decidieron matar a uno de ellos. Mientras lo ataban, el campesino preguntó:
"¿Por qué matarme así, sin razón?"
Los guerreros respondieron:
"¡Para atemorizar a tu amigo y forzarlo a que nos revele dónde ha ocultado su oro!"
El campesino exclamó:
"¡Pero él es más pobre que yo! ¡Mejor matadlo a él y, entonces yo, presa del terror, os diré dónde he escondido mi oro!" ¡Es un favor de Dios que vivamos hoy y no en aquella época!.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Cuentos Sufís de Rumí

EL MOSQUITO
Tú te pareces a un mosquito que se cree alguien importante. Al ver una brizna de paja flotando en una charca de orina de asno, levanta la cabeza y se dice:
"Hace ya mucho tiempo que sueño con el océano y con un barco. ¡Aquí están!" Esta charca de agua sucia le parece profunda y sin límites, pues su universo tiene la estatura de sus ojos. Tales ojos sólo ven océanos semejantes. De repente, el viento desplaza levemente la brizna de paja y nuestro mosquito exclama:
"¡Qué gran capitán soy!"
Si el mosquito conociese sus límites, sería semejante al halcón. Pero los mosquitos no tienen la mirada del halcón.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Cuentos Sufís de Rumí

SALOMÓN Y AZRAEL
Un hombre vino muy temprano a presentarse en el palacio del profeta
Salomón, con el rostro pálido y los labios descoloridos.
Salomón le preguntó:
"¿Por qué estás en ese estado?"
Y el hombre respondió:
"Azrael, el ángel de la muerte, me ha dirigido una mirada impresionante,
llena de cólera. “Manda al viento, por favor te lo suplico, que me lleve a la India para poner a salvo mi cuerpo y mi alma.
Salomón mandó, pues, al viento que hiciera lo que pedía el hombre. Y, al día siguiente el profeta preguntó a Azrael:
"¿Por qué has echado una mirada tan inquietante a este hombre, que es unfiel? Le has causado tanto miedo que ha abandonado su patria."
Azrael respondió: 
"Ha interpretado mal esa mirada. No lo miré con cólera, sino con asombro.
Dios, en efecto, me había ordenado que fuese a tomar su vida en la India y me dije: "¿Cómo podría, a menos que tuviese alas, trasladarse a la India?»
¿De quién huyes tú? ¿De ti mismo? Eso es algo imposible. Más vale poner uno su confianza en la verdad.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

De lo oído de otros.

En el último curso al cual he asistido "El amor por las palabras", se me quedo una frase que encierra mucha sabiduría.

Dijo José Manuel,

"yo no creo en Dios, yo lo conozco".

Digo yo,

Las creencias son importantes, nos hacen seguir por un camino, pero lo importante es el AMOR de lo que encierran.


domingo, 29 de noviembre de 2015

Dios no existe.

Dios no existe, esto lo diría muchas personas, amigos y conocidos nuestros. Son amigos que nos conocen desde hace muchos años, hemos compartido alegrías y algunos sin sabores y saben del pie que cojeamos. Podríamos tener una conversación, más o menos de la siguiente forma, ellos nos dirían, ¡tú que crees en Dios, ¿qué piensas de cómo es posible qué, tú Dios permita que haya guerras, que muchos millones de personas en el mundo no tengan para comer, que haya personas mayores en muchos países hacinados en lugares esperando la muerte y un largo etc. de desgracias!, yo, le podría contestar, también, más o menos. Mi Dios, el Dios que, yo creo, es un Dios compasivo un Dios de amor un Dios bienaventurado, un Dios que nos ha creado a su Imagen y Semejanza y nos ha dado la gracia del libre albedrío y de ser libres de pensar y de actuar de acuerdo a nuestro corazón, nos ha hecho tan libres que podemos renegar hasta de Él ¿Quién puede hacer lo mismo?

A mi amigo le seguiría diciendo, todas las desgracias que has enumerado y muchas más, no las ha creado Él, hemos sido nosotros los que, con nuestra incomprensión, con nuestra bajeza moral y con habernos olvidado de nosotros mismos y de lo que somos, hemos llegado a olvidarnos de los demás.

Nuestra obligación en esta vida es solo una amarnos a nosotros mismos para poder amar a los demás de la misma forma, lo mismo que dijo nuestro Maestro Jesús “Amaras al Señor, tu Dios, sobre todas las cosas, con todo tu corazón, toda tu alma y con todas tus fuerzas, y al prójimo, como a ti mismo”.

Yo sé que Dios existe, le he visto y tú también sabes que existe, aunque no lo creas, le seguiría diciendo a mi amigo, ¿no te acuerdas la sonrisa de tu nieta, y de esos ojos, a través de ellos es como si se viera la vida?, ¿no ves la alegría de los padres de tu nieta, tus hijos?, ¿cómo va creciendo en años y en sabiduría?, ¿te acuerdas de los abrazos de tu mujer los cosquilleos qué sentías?, ¿te acuerdas de los desencuentros que hemos tenido y de la alegría que sentíamos cuando se arreglaban?, ¿cómo es que no te acuerdas del amanecer y el atardecer de cada día, del gran regalo que nos hace Dios?, claro como es todos los días y está ahí no nos damos cuenta de esa maravilla, ¿no te acuerdas de la fuente de vida del sol y la luna? Para terminar, le diría, pues todo esto y mucho más esta creado solo para ti y para mí, esto es Dios ¿o es que no te habías dado cuenta?

(De mi colaboración en revista parroquial nº 15 Villarrubia de Santiago)

domingo, 22 de noviembre de 2015

De mis lecturas

Guía para el místico contemporáneo

Ten presente las siete verdades sagradas del cuerpo y el espíritu:

1. Todos somos uno.
2. Respetaos mutuamente.
3. Respétate a ti mismo.
4. El amor es poder divino.
5. Entrega tu voluntad a la voluntad divina.
6. Busca solamente la verdad.
7. Vive en el momento presente.

Estas verdades, sencillas y potentes, sirven para centrar la mente, el cuerpo y el espíritu,volviendo al punto de contacto con la conciencia divina. Mientras utilicemos estas verdades como puntos de referencia, podremos evaluar cualquier pérdida de poder y rescatar el espíritu reconociendo conscientemente qué verdad no estamos honrando.

ANATOMIA DEL ESPIRITU - La curación del cuerpo, llega a través del alma.
Caroline Myss

martes, 17 de noviembre de 2015

De mis lecturas

Permitidme que defina lo que significa ser un sanador ordenado. Un sanador ordenado es aquel que permanece receptivo a la energía de Dios mediante la oración y utiliza esa energía para sanar a personas y también al planeta. Muchas personas que se llaman a sí mismas sanadoras, aunque bien intencionadas, no son lo que yo llamaría sanadoras "ordenadas". El sello del sanador ordenado es haber pasado por una "noche oscura" y soportado la sensación de haber sido abandonado por Dios. He llegado a comprender que la importancia de ese abandono es que representa una pregunta de Dios: "¿Eres capaz de creer en Mí incluso en la noche más oscura?"
"El espíritu se quiebra durante el abandono, y uno se da cuenta de que la única manera de salir de ese infierno es volver a Dios y aceptar las condiciones de lo Divino, pida lo que pida el cielo a partir de ese momento. El recuerdo de la "noche oscura" permanece en la conciencia como punto de referencia, te mantiene de parte de Dios, humilde, y consciente para siempre de que la resurrección puede llegar en cualquier momento, por muy oscura que sea la noche.
"¿Qué significa en realidad sanar mediante la oración? Significa pedir a Dios que su energía nos "premie" de una forma que nos permita sentirnos más poderosos que la enfermedad.
"¿Pueden ser curadas todas las enfermedades? Sí, por supuesto, pero eso no quiere decir que todas las enfermedades van a ser curadas. A veces una persona tiene que soportar una enfermedad por motivos que le servirán para afrontar sus miedos y su negatividad. Y a veces a una persona le ha llegado la hora de morir. La muerte no es el enemigo; el enemigo es el miedo a la muerte. La muerte bien podría ser la experiencia última del abandono, y ése es el motivo de que nos sintamos impulsados a tratar de comunicarnos con aquellos que se han ido antes, para asegurarnos de que tendremos un comité de bienvenida cuando lleguemos.
"¿Será cada vez más creíble la curación mediante la oración, gracias a esta Nueva Era de conciencia espiritual? Sí, sí entendemos qué es la oración auténtica. La oración representa la conexión personal consciente con Dios. Oración auténtica no quiere decir recurrir a Dios para obtener algo; significa ir a Dios para estar con alguien. Oración no son tanto nuestras palabras como nuestra vida con Dios. Cuando se entiende esto, entonces la oración se transforma en un "remedio energético".
Pensar que el terapeuta es el responsable de la curación, o pensar que tiene un poder del que ellos carecen, es un error que proviene de creer que los sacerdotes tienen una conexión más profunda con Dios que los mortales corrientes. Eso es un error, una grave equivocación. El individuo debe buscar una vida espiritual personal y responsable. Yo pongo en marcha la energía, pero cada persona debe mantener en funcionamiento su vehículo."
Nuestro objetivo, mientras permanecemos en la tierra, es trascender nuestras ilusiones y descubrir el poder innato de nuestro espíritu. Somos responsables de lo que creamos y, por lo tanto, hemos de aprender a actuar y pensar con amor y sabiduría, y vivir sirviendo a los demás y a la vida en general.

ANATOMIA DEL ESPIRITU - La curación del cuerpo, llega a través del alma.
Caroline Myss

martes, 10 de noviembre de 2015

De mis lecturas

La conciencia y la muerte
¿Significa esto que las personas que no se curan no han conseguido ampliar su conciencia? No, en absoluto. Pero la idea de que han fracasado se ha convenido en un aspecto muy polémico del pensamiento holístico. Un mecanismo mental insiste en considerar todas las situaciones como si fueran buenas o malas, victorias o derrotas. Cuando el cuerpo de una persona no sana de una enfermedad, es posible que se llegue a la conclusión errónea de que esa persona simplemente no se esforzó lo suficiente.
Morir no significa no haber sanado. La muerte es una parte inevitable de la vida. La realidad es que muchas personas sí se curan de sus tormentos emocionales y psíquicos, y por lo tanto mueren «sanadas».
El objetivo de tomar conciencia no es burlar a la muerte ni hacerse inmune a la enfermedad, sino ser capaz de afrontar todos y cada uno de los cambios de la vida y el cuerpo sin miedo, tratando solamente de asimilar el mensaje de la verdad contenido en ellos. Considerar la ampliación de la conciencia —por ejemplo, mediante la meditación— como un seguro contra la enfermedad física es interpretar mal su finalidad. El objetivo de tomar conciencia no es dominar lo físico, sino dominar el espíritu. El mundo y el cuerpo físicos nos sirven de maestros en el camino.

De acuerdo con esta percepción, sanar el miedo a la muerte y a morir es un aspecto de la serenidad que el espíritu humano es capaz de lograr a través del viaje hacia la toma de conciencia. Cuando una persona que ha conseguido ampliar la conciencia atravesando el puente entre este mundo y el siguiente, habla de su consuelo al saber que la vida continúa, se disuelven inmediatamente algunos de nuestros miedos.

ANATOMIA DEL ESPIRITU - La curación del cuerpo, llega a través del alma.
Caroline Myss

viernes, 6 de noviembre de 2015

De mis lecturas

La conciencia y su conexión con la curación.
Durante las cuatro últimas décadas se ha escrito mucho sobre el papel de la mente en la salud. Nuestras actitudes tienen un papel importantísimo en la creación y la destrucción de la salud corporal. La depresión, por ejemplo, no sólo afecta a la capacidad para sanar, sino que deteriora directamente el sistema inmunitario. El enfado, la amargura, la rabia y el resentimiento obstaculizan el proceso de curación, cuando no lo impiden totalmente. La voluntad de sanar tiene un enorme poder, y sin ese poder interior una enfermedad suele salirse con la suya. Gracias a esta nueva forma de entender, el poder de la conciencia está recibiendo un lugar oficial en el modelo médico de la salud y la enfermedad.
Es sorprendente cuántas personas reconocen que la experiencia de una enfermedad las motivó a dirigir su atención hacia el interior y a examinar atentamente sus actitudes y estilo de vida. Todas describen esencialmente el mismo proceso de recuperación: el viaje desde la mente personal hacia la mente impersonal.
La curación exige la unión de la mente y el corazón, y por lo general es la mente la que debe ajustarse a los sentimientos, que con mucha frecuencia no hemos respetado en nuestras decisiones cotidianas.

Un aspecto de tomar conciencia es vivir en el momento presente y apreciar cada día. La verdad de que un espíritu poderoso es capaz de sanar un cuerpo enfermo, de que la mente impersonal ejerce autoridad sobre la experiencia personal. Una y otra vez he sido testigo de que la curación es cuestión de tomar conciencia, no de la enfermedad, sino de la fuerza vital que antes nunca se ha abrazado. 

ANATOMIA DEL ESPIRITU - La curación del cuerpo, llega a través del alma.
Caroline Myss

lunes, 2 de noviembre de 2015

De mis lecturas

Tener fe en alguien entrega una parte de nuestra energía a esa persona; tener fe en una idea entrega una parte de nuestra energía a esa idea; tener fe en un miedo entrega una parte de nuestra energía a ese miedo. Mediante esta entrega de energía quedamos imbricados —mente, corazón y vida— en sus consecuencias. Nuestra fe y nuestro poder de elección son, de hecho, el propio poder de la creación. Somos los canales por medio de los cuales la energía se convierte en materia en esta vida.
Por lo tanto, la prueba espiritual inherente a toda nuestra vida es el reto de descubrir qué nos motiva a hacer las elecciones que hacemos, y si tenemos fe en el miedo o en lo Divino.
Todos necesitamos hacernos estas preguntas, bien como tema del pensamiento espiritual o bien a consecuencia de una enfermedad física. Llega un momento en que todos nos preguntamos: ¿Quién está al mando de mi vida? ¿Por qué las cosas no resultan como quiero? Por mucho éxito que tengamos, en algún momento tomamos conciencia de que nos sentimos incompletos. Algún acontecimiento, relación o enfermedad que no entraba en nuestros planes nos hará ver que no basta el poder personal para superar una crisis. Estamos destinados a tomar conciencia de que nuestro poder personal es limitado. Estamos destinados a preguntarnos si en nuestra vida actúa alguna otra «fuerza» y a plantearnos las siguientes preguntas: ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué quieres de mí? ¿Qué debo hacer? ¿Cuál es mi finalidad?
Adquirir conciencia de nuestras limitaciones nos dispone a considerar otras opciones que de otro modo no habríamos elegido. En los momentos en que nuestra vida nos parece más descontrolada podríamos abrirnos a una orientación que antes no habríamos acogido bien.
Entonces es posible que nuestra vida avance en direcciones que no habíamos previsto. La mayoría acabamos diciendo: «Jamás pensé que haría esto, o viviría aquí, pero aquí estoy, y todo marcha bien.»
Podemos llegar a esa rendición utilizando la visión simbólica, a fin de considerar la vida solamente como un viaje espiritual. Todos hemos conocido a personas que se han recuperado de circunstancias terribles, y han atribuido el hecho a haber dejado las cosas en manos de lo Divino. Y todas esas personas han compartido la experiencia de decir a lo Divino: «No se haga mi voluntad, sino la Tuya.» Si esa oración es lo único que se necesita, ¿por qué le tenemos tanto miedo?
Nos aterra la idea de que reconocer la voluntad divina y, por lo tanto, rendir nuestra voluntad a una voluntad superior, nos va a alejar de todo lo que nos proporciona agrado o comodidad física. Así pues, nuestra voluntad se resiste a la orientación divina: la invitamos a entrar, pero nos esforzamos en obstaculizarla totalmente.
Tengamos presente que nuestra vida física y nuestro camino espiritual son una misma cosa. Disfrutar de la vida física es un objetivo tan espiritual como el de lograr un cuerpo físico sano. Ambas cosas son una consecuencia de seguir la orientación divina al hacer elecciones sobre cómo vivir y de actuar movidos por la fe y la confianza. Rendirse a la autoridad divina significa liberarse de las ilusiones físicas, no de los placeres y comodidades de la vida física.
A veces, el mayor acto de amor es abstenernos de juzgar a otra persona o a nosotros mismos. Una y otra vez se nos recuerda que juzgar o criticar es un error espiritual. Desarrollar la disciplina de la voluntad nos permite abstenernos de pensar o expresar pensamientos negativos acerca de otras personas y de nosotros mismos. No juzgando, logramos la sabiduría y vencemos nuestros temores.
Las elecciones negativas generan situaciones que se repiten para enseñarnos a hacer elecciones positivas. Una vez que aprendemos la lección y hacemos una elección positiva, la situación no vuelve a repetirse porque nuestro espíritu ya no está adherido a la elección negativa que fue causa de la lección. En las culturas occidentales, este tipo de lección kármica se reconoce en dichos sociales como «El que siembra, recoge» o «Nada se hace impunemente»
Cada vez que derrotamos a la autoridad que ejerce un miedo en nuestra vida y lo reemplazamos por un mayor sentido de nuestro poder personal, la dulce energía de la curación entra a raudales en nuestro sistema energético.
Si la mente y el corazón no se comunican con claridad entre sí, uno dominará al otro.

Cuando nos dirige la mente, sufrimos emocionalmente porque convertimos en enemiga la información emocional; queremos dominar todas las situaciones y relaciones, y mantener la autoridad sobre las emociones. Si nos dirige el corazón, tendemos a mantener la ilusión de que todo marcha bien. Dirija la mente o el corazón, la voluntad no estará motivada por la sensación de seguridad interior, sino por el miedo y el inútil objetivo de controlar. Este desequilibrio entre la cabeza y el corazón convierte a la persona en adicta. Desde el punto de vista energético, cualquier comportamiento motivado por el miedo al crecimiento interior equivale a una adicción.

ANATOMIA DEL ESPIRITU - La curación del cuerpo, llega a través del alma.
Caroline Myss

martes, 27 de octubre de 2015

De mis lecturas

Antes de los años sesenta, madurez y fuerza significaban guardarse para sí los dolores y la vulnerabilidad. Ahora, en cambio, las definimos como la capacidad de la persona para mostrar a otra sus debilidades interiores. Si bien la intención original de estos grupos de apoyo era ofrecer una experiencia de actitud sustentadora y compasiva a la persona que estaba atravesando una crisis, nadie esperaba que esto continuara hasta que la persona se hubiera recuperado de la crisis. Simplemente pretendían ser como un bote salvavidas para atravesar un río de transición.
Pero muy pocos miembros de estos grupos han querido bajarse del bote cuando han llegado a la otra orilla. En su lugar, han convertido una fase de transición en un estilo de vida a jornada completa. Una vez que han aprendido a hablar el lenguaje de la heridología, se les hace dificilísimo renunciar a los privilegios que acompañan al estar herido en nuestra cultura del cuarto chakra.
Sin un programa establecido para la curación, corremos el peligro de hacernos adictos a lo que consideramos apoyo y compasión; comenzamos a creer que necesitamos más y más tiempo para «procesar» las heridas. Dado que se ve el vencimiento del plazo para este apoyo, los miembros de estos grupos suelen aferrarse a él con una desesperación que más o menos quiere decir: «Jamás me iré de aquí porque es el único lugar donde he encontrado apoyo. En mi mundo ordinario no cuento con ningún apoyo; por lo tanto, seguiré viviendo "en proceso" y entre personas que comprenden lo que he sufrido.»
El problema de estos sistemas de apoyo es la dificultad para decirle a una persona que ya ha recibido suficiente apoyo y que necesita continuar con el asunto de vivir. En muchos sentidos este problema refleja nuestra comprensión tergiversada de la compasión. La compasión, emoción del cuarto chakra y una de las energías espirituales contenidas en la sefirá de Tiféret, es la fuerza para respetar el sufrimiento de otra persona a la vez que se devuelve el poder a la propia vida. Dado que durante mucho tiempo nuestra cultura no ha dado tiempo para sanar el corazón, y ni siquiera reconocía la necesidad de darlo, ahora compensamos excesivamente ese fallo no fijando ningún límite de tiempo en torno a esa curación.
Nos hace falta crear un modelo de relación íntima sana, que sea poderosa y esté capacitada, pero continúe siendo vulnerable. En estos momentos definimos «sano» o «sanado» como lo contrario de «necesitado»; por lo tanto, estar sano o sanado significa ser totalmente auto suficiente, siempre positivo, siempre feliz, siempre seguro de sí mismo, y no necesitar jamás a nadie. Con razón son pocas las personas que se consideran «sanadas».
La curación es sencilla, pero no fácil. Los pasos son pocos, pero exigen un gran esfuerzo.
Evalúe lo que necesita hacer para perdonar a otros y, si es necesario, para perdonarse a sí mismo. Si necesita hablar con alguien para cerrar el asunto, asegúrese de que no lleva el mensaje de acusación escondido debajo de la manga. Si lo lleva, no está auténticamente dispuesto a olvidar y pasar a otra cosa. SÍ necesita exponer sus pensamientos de cierre en una carta, hágalo, pero asegúrese también en este caso de que su intención es recuperar su espíritu atascado en el ayer, no enviar otro mensaje de rabia.
Invéntese una ceremonia oficial en la cual llama a su espíritu para que vuelva del pasado y se libera de la influencia negativa de todas sus heridas. Tanto si prefiere un rito como una oración en privado, formule su mensaje de perdón de algún modo «oficial» para establecer un nuevo comienzo.
Piense con amor. Viva con aprecio y gratitud. Invite al cambio a que entre en su vida, aunque sólo sea con su actitud. Y recuérdese continuamente el mensaje de todos los maestros espirituales que valen: Mantenga su espíritu en el momento presente. En el lenguaje de Jesús: «Deja a los muertos y tú sigue con tu vida.» Y como enseñaba Buda: «Sólo existe el ahora.»
Lo curioso respecto a la curación es que según con quien uno hable puede llegar a creer que, o bien no hay nada más fácil, o bien no hay nada más complicado.
El cuarto chakra es el centro del sistema energético humano. Todo lo que ocurre en nuestra vida y a su alrededor se decide al calor de nuestro corazón. Todos tendremos experiencias que nos «partirán el corazón» y lo dejarán abierto de par en par. Al margen de la forma en que se nos parta el corazón, la elección será siempre la misma: ¿Qué voy a hacer con este dolor? ¿Lo voy a utilizar como pretexto para dar más autoridad al miedo, o puedo liberarme de la autoridad del mundo físico mediante un acto de perdón? Esta pregunta, contenida en el cuarto chakra, se nos presentará una y otra vez en la vida hasta que la respuesta que demos sea nuestra liberación.

ANATOMIA DEL ESPIRITU - La curación del cuerpo, llega a través del alma.
Caroline Myss

jueves, 22 de octubre de 2015

De mis lecturas

La capacidad ilimitada que tiene cada persona para transformar su vida, si hay determinación y un fuerte sentido de responsabilidad personal.

Cuanto más se fortalece el espíritu, menos autoridad ejerce en nuestra vida el tiempo lineal. Hasta cierto punto, el tiempo lineal es una ilusión del mundo físico, relacionado con la energía física. Para las tareas físicas necesitamos energía física; por ejemplo, cuando se trata de llevar una inspiración de pensamiento a forma, lo hacemos con pasos lineales. Pero cuando se trata de creer en nuestra capacidad para sanar, es necesario reexaminar el concepto de tiempo.

La ilusión de que curarse exige «mucho tiempo» tiene muchísima autoridad en nuestra cultura. Creerlo lo hace cierto. El Génesis dice que Yahvé «insufló un hálito de vida y el hombre se hizo un ser viviente». Cuando decidimos creer algo insuflamos nuestro hálito a esa creencia, dándole así autoridad.

Nuestra cultura cree que sanar de los recuerdos dolorosos de la infancia requiere años de psicoterapia, pero no tiene por qué ser así. Si lo creemos, podemos sanar los recuerdos dolorosos y quitarles la autoridad que tienen en nuestra vida de una forma muy rápida.

Llegamos a medir la duración del proceso de curación por el tiempo que le atribuye la mente tribal. Por ejemplo, actualmente la mente de grupo cree que ciertos cánceres tardan seis meses en matarnos, que las personas afectadas por el sida pueden vivir entre seis y ocho años, que el luto y la aflicción por la muerte del cónyuge requiere por lo menos un año, y que la aflicción por la muerte de un hijo podría no acabar jamás. Si creemos estas estimaciones, damos poder sobre nuestras vidas a la mente tribal en lugar de ejercer nuestro poder personal. Si el espíritu de la persona es lo bastante fuerte para retirarse de la autoridad de una creencia de grupo, es suficientemente capaz en potencia de cambiar su vida.

Sin duda alguna, los recuerdos de nuestra infancia pueden ser fuente de mucho dolor; sin embargo, se nos presenten oportunidades de utilizar ese dolor para estimularnos a hacer otras elecciones.

Confundimos intuición con capacidad profética, la intuición es la capacidad de vaticinar el futuro. Pero la intuición no es ni la capacidad de profetizar ni un medio para evitar una pérdida financiera o relaciones dolo-rosas. En realidad, es la capacidad de utilizar la información energética para tomar decisiones en el momento.
En los sueños de naturaleza intuitiva recibimos símbolos de cambio o de caos.
Estos sueños suelen presentarse con más intensidad durante las crisis emocionales. Las sensaciones energéticas o intuitivas indican que hemos llegado a una encrucijada de la vida y que tenemos la oportunidad de influir, al menos hasta cierto grado, en la fase siguiente, mediante la decisión que tomamos en ese momento.

Orientación intuitiva no significa seguir una voz hacia la Tierra Prometida. Significa tener autoestima para reconocer que el desagrado o confusión que uno siente en realidad lo guía para tomar el mando de su vida y hacer las elecciones que lo saquen de su estancamiento o desgracia.
Si una persona tiene poca autoestima, no puede actuar según sus impulsos intuitivos porque su miedo al fracaso es demasiado intenso. La intuición, como todas las disciplinas meditativas, puede ser enormemente eficaz, pero sólo si uno tiene la valentía y el poder personal para llevar a cabo la orientación que le da. La orientación requiere acción, pero no garantiza seguridad. Mientras que nosotros medimos el éxito por el rasero del agrado y la seguridad, el universo lo mide por la cantidad que hemos aprendido. Mientras utilicemos el agrado y la seguridad como criterio para medir el éxito, tendremos miedo de nuestra orientación intuitiva, porque por su propia naturaleza ésta nos guía hacia nuevos ciclos de aprendizaje que a veces son desagradables.
Para sanar es necesario creer en uno mismo. Antes de comprender la importancia de la propia estima para desarrollar las habilidades intuitivas, yo habría afirmado que la fe es el factor más importante en la curación. Ahora equiparo la fe con la estima propia y el poder personal, porque la falta de autoestima refleja falta de fe en sí mismo y en los poderes del mundo invisible. Sin duda la fe es fundamental para manejar los problemas de la existencia cotidiana.
Desarrollar confianza en la propia capacidad de lograr objetivos es una de las maneras en que el poder personal se convierte en agente del cambio personal. Al mismo tiempo puede producirse un cambio similar en la vida espiritual o simbólica de la persona. La adquisición de poder interior cambia el centro de gravedad, pasando de lo externo a lo interno, lo que es señal de un pasaje o paso espiritual.


Mientras que en otros tiempos se creía que la enfermedad tenía esencialmente su origen en los chakras inferiores, la genética y los gérmenes, ahora vemos el origen de la enfermedad en grados tóxicos de estrés emocional. La curación comienza con la reparación de las lesiones emocionales. Todo nuestro modelo médico se está reformando en torno al poder del corazón.


ANATOMIA DEL ESPIRITU - La curación del cuerpo, llega a través del alma.
Caroline Myss

jueves, 15 de octubre de 2015

40 CONSEJOS

1.- Camina de 10 a 30 min. todos los días. Mientras  camina, sonríe.
2.- Siéntate en silencio por lo menos 10 min. cada día. Enciérrate si es necesario.
3.- Escucha buena música todos los días, es auténtico alimento para el espíritu.
4.- Al levantarte en la mañana di lo siguiente... Mi propósito hoy es ______________
5.- Vive con las 3 E ‘s...Energía, entusiasmo y  empatía.
6.- Juega más juegos que el año pasado.
7.- Lee más libros que el año pasado.
8.- Mira al cielo al menos una vez al día, date cuenta de la majestuosidad del mundo que te rodea.
9.- Sueña más mientras estás despierto (a).
10.- Come más alimentos que crezcan en los árboles y en las plantas y menos alimentos que sean manufacturados en plantas industriales o que requieran un sacrificio.
11.- Come arándanos y nueces. Toma té verde, mucha agua y una copa de vino al día (asegúrate de brindar con ella por algo hermoso de lo mucho que hay en tu vida y, de ser posible, hazlo en compañía de quien amas).
12.- Trata de hacer reír a por lo menos 3 personas cada  día.
13.- Elimina el desorden de tu casa, tu auto y tu  escritorio y deja que nueva energía fluya en tu vida.
14.- No gastes tu precioso tiempo en chismes, cosas del pasado, pensamientos negativos o cosas fuera de tu control.  Mejor invierte tu energía en lo positivo del presente.
15.- Date cuenta que la vida es una escuela y tú estás  aquí para aprender. Los problemas son lecciones que van y vienen, lo que aprendes de estos es para toda la vida.
16.- Desayuna como rey, come como príncipe y cena como mendigo.
17.- Sonríe y ríe más
18.- No dejes pasar la oportunidad de abrazar a quien aprecias.
19.- La vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo  odiando a alguien.
20.- No te tomes a ti mismo tan en serio. Nadie más lo  hace.
21.- No tienes que ganar cada discusión. Acepta que no estás  de acuerdo y aprende del (de la) otra (o).
22.- Ponte en paz con tu pasado, así no arruinará tu presente.
23.- No compares tu vida con la de otros. No tienes idea del camino que ellos han andado en la vida.
24.- Nadie está a cargo de tu felicidad excepto tú mismo.
25.- Recuerda que tú no tienes el control de todo lo que te sucede, pero sí de lo que haces con ello.
26.- Aprende algo nuevo cada día.
27.- Lo que la demás gente piense de ti no es de tu  incumbencia.
28.- Aprecia tu cuerpo y disfrútalo.
29.- No importa que tan buena o mala sea la situación,  ésta cambiará.
30.- Tu trabajo no se ocupará de ti cuando estés enfermo. Tus amigos sí lo harán. Mantente en contacto  con ellos.
31.- Desecha cualquier cosa que no sea útil, bonita  o divertida.
32.- La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
33.- Lo mejor está aún por venir.
34.- No importa cómo te sientas, levántate, vístete y asiste.
35.- Ten sexo maravilloso, siempre con                plenitud de tu ser.
36.- Llama a tus familiares con frecuencia y mándeles correos diciéndoles: ¡Hey, estoy pensando en ti!
37.- Cada noche antes de acostarse di lo siguiente: Doy gracias por ___________________. Hoy logré o conseguí _____________________.
38.- Recuerda que estás demasiado bendecido como para estar estresado.
39.- Disfruta del viaje. Sólo tienes una oportunidad, sácale el mayor provecho.
40.- Por favor envía este mensaje a quien te importa. 

sábado, 10 de octubre de 2015

El Problema

Cuenta la leyenda que en un monasterio budista ubicado en una ladera casi inaccesible de las frías y escarpadas montañas de los Himalayas,  un buen día uno de los monjes guardianes amaneció sin vida. Le hicieron los rituales tibetanos propios para esas ocasiones, llenas de profundo respeto y misticismo. Sin embargo, era preciso que algún otro monje asumiera las funciones  del puesto vacante del guardián. Debía encontrarse el monje adecuado para llevarlas a cabo.
El Gran Maestro convocó a todos los discípulos del monasterio para determinar quién ocuparía el honroso puesto de Guardián. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, colocó una magnífica mesita en el centro de la enorme sala en la que estaban reunidos y encima de ésta, colocó un exquisito jarrón de porcelana, y en él, una rosa amarilla de extraordinaria belleza y dijo:
-          “He aquí el problema.”
-          “Asumirá el puesto de Honorable Guardián de nuestro monasterio el primer monje que lo resuelva.”
Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un jarrón de gran valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro. Los monjes se quedaron como petrificados, en  el más respetuoso silencio, hundidos en sus interrogantes internas…
¿Qué representaría ese bello jarrón con flores?
¿Qué hacer con él?
¿Cuál podría ser el enigma encerrado en tan delicada belleza?
¿Simbolizaría acaso las tentaciones del mundo?
¿Podría ser algo tan simple como que necesitara agua la flor?
Eran  tantas  preguntas. En momento determinado, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y ...
Zas!!  Destruyó todo de un sólo golpe. Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo:
“Alguien se ha atrevido no sólo a dar solución al problema, sino a eliminarlo. Honremos a nuestro nuevo Guardián del Monasterio".
En realidad, poco importa cuál sea el problema. Hay problemas cuyo aspecto nos confunde, pues halaga los sentidos. En el fondo sigue siendo un problema.
Si es un problema, es exactamente eso: un problema, y precisa ser eliminado, no importa que se trate de una mujer sensacional, o de un hombre maravilloso o de un gran amor que se esfumado; por más hermoso que haya sido la experiencia que has vivido o lo significativa que haya sido la persona con quien has estado, si no existiera más sentido para ello en tu vida, tiene que ser eliminado.
Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en su pasado y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus mentes, espacio que es indispensable para recrear la vida.
Un antiguo proverbio Chino dice:
"Para que tú puedas beber vino en una copa que se encuentra llena de Té, es necesario primero tirar el té, y entonces podrás servir y beber el vino."
Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a las personas del pasado que no tienen más sentido que sigan ocupando un espacio en tu mente. Exígete a ti mismo lo que te gustaría exigirles a los demás, y a los demás déjalos tranquilos sin esperar NADA de ellos. Así te ahorrarás disgustos.

No te quejes con tu Dios diciéndole que tienes un gran problema, dile a tu problema que tienes un gran Dios.

lunes, 5 de octubre de 2015

¿COMO CRECER?

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.

Puedes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por ti, o puedes marchitarte en tu propia condena...

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Oración por nuestra tierra.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.

Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.

Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.
Amén

(Oración del Papa Francisco en la encíclica Laudato Si)

lunes, 28 de septiembre de 2015

El Círculo del 99 - (FINAL)


Conclusión.
Tu, yo y todos nosotros hemos sido educados en esta estúpida ideología:
Siempre nos falta algo para estar completos, y sólo completos se puede gozar de lo que se tiene. Por lo tanto, nos enseñaron, la felicidad deberá esperar a completar lo que falta....
Y como siempre nos falta algo, la idea retoma el comienzo y nunca se puede gozar de la ida.
Pero que pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe, que nuestras 99 monedas son el cien por ciento del tesoro, que no nos falta nada, que nadie se quedó con lo nuestro, que nada tiene de mas redondo cien que noventa y nueve, que todo es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que seamos estúpidos, para que jalemos del carro, cansados, malhumorados, infelices o resignados. Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual...¡eternamente igual!
....Cuantas cosas cambiarían si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal como están.

jueves, 24 de septiembre de 2015

El Círculo del 99 (continuación 2)

Sobre la mesa, como burlándose de él, una montaña resplandeciente le recordaba que había 99 monedas de oro "sólo 99". "99 monedas. Es mucho dinero", pensó. Pero me falta una moneda.
Noventa y nueve no es un número completo pensaba- Cien es un número completo pero noventa y nueve, no.
El rey y su asesor miraban por la venta. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos.
¿Cuanto tiempo tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien?
Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla.
Después quizás no necesitara trabajar mas. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el calculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. "Doce años es mucho tiempo", pensó.
Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello.
Sacó las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero. Era demasiado tiempo!!! Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender.... Vender.... Vender.... Estaba haciendo calor. ¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué mas de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien.
El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99...
...Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.
-¿Qué te pasa?- preguntó el rey de buen modo.
-Nada me pasa, nada me pasa.
-Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
-Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su juglar también?
No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.

Continuara.

sábado, 19 de septiembre de 2015

El Círculo del 99 (continuación 1)


-¿Dices que el se dará cuenta de la infelicidad que le causara entrar en ese ridículo círculo, y

de todos modos entrara en él y no podrá salir?
-Tal cual. Majestad, ¿estas dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la
estructura del círculo?
-Sí
-Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debes tener preparada una bolsa de cuero con 99
monedas de oro, ni una mas ni una menos. !99!
-¿Qué mas? ¿Llevo los guardias por si acaso?
-Nada mas que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
-Hasta la noche.
Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los
patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro
de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel
que decía: Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y no cuentes
a nadie cómo lo encontraste. Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente,
golpeó y volvió a esconderse .Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atrás de
unas matas lo que sucedía.
El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se
estremeció, apretó la bolsa contra el pecho, miró hacia todos lados de la puerta, y se
arrimaron a la ventana para ver la escena.
El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado sólo la vela. Se había
sentado y había vaciado el contenido en la mesa. Sus ojos no podían creer lo que veían.
!Era una montaña de monedas de oro! El, que nunca había tocado una de estas
monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él. El paje las tocaba y amontonaba, las
acariciaba y hacía brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas
de monedas.
Así, jugando y jugando, empezó a hacer pilas de 10 monedas. Una pila de diez, dos
pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis.... y mientras sumaba 10, 20,30, 40, 50, 60....hasta
que formó la última pila: 9 monedas !!!
Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda mas. Luego el piso y
finalmente la bolsa. "No puede ser", pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó
que era más baja. -Me robaron -gritó- me robaron, malditos!! Una vez mas buscó en la mesa,
en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo
que buscaba.

Continuara.